Puyuhuapi: crecimiento y protección del medio ambiente

Andrea Macías Palma

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Puyuhuapi es un sector del litoral de nuestra Región de Aysén, ubicado en el extremo norte del Fiordo Puyuhuapi, a 234 kilómetros de la capital Coyhaique, con cerca de 700 habitantes. Rodeado de bosques siempreverdes, turberas, fallas geológicas que se desencadenan en lo que conocemos como aguas termales o minerales; una localidad que expresa los mejores atributos de la Patagonia Chilena, y que sustenta en gran parte su desarrollo en el turismo.

Tiene además un sello que mezcla una diversidad de culturas, expresada en la llegada de colonos alemanes que poblaron el sector a inicios del siglo XX, y la migración chilota esporádica en un inicio, pero que avanzó pormenorizadamente con los años; y que hoy se ve evidenciada en su atractiva arquitectura, gastronomía, carpintería de ribera y artesanía; en definitiva, en la expresión de una cultura local única.

Su maravilloso paisaje se contrapone con las dificultades que tienen los/as vecinos y vecinas de poder seguir protegiendo la flora y fauna del lugar, sus tradiciones y costumbres ante el ya viejo dilema del crecimiento económico "a todo costo".

Sólo hace un par de semanas el despertar de los ayseninos del lugar fue distinto, cuando de madrugada se instalaron jaulas salmoneras en toda su bahía, propiedad de una empresa que, entendían, no operaba más en el lugar.

La decisión de Salmones de Chile de realizar esta instalación, en la oscuridad de la noche y sin aviso a la comunidad, demuestra que aún existe una disputa medioambiental no sopesada por el Estado chileno. En nuestras comunidades sigue muy presente la pugna sobre el modelo de desarrollo que queremos proponer para nuestros territorios, y hablo de proponer, debido a que, definitivamente, sin ellos/as no es posible avanzar hacia un modelo que promueva y proteja el sentir de las comunidades, entendiendo que esta protección y cuidado tiene como máxima un desarrollo equitativo y sustentable para todos/as los/as habitantes de nuestro territorio.

Por eso es tan relevante cuando este tipo de situaciones emergen, porque nos invitan a reforzar el desarrollo de políticas públicas con sentido territorial, ponderar el avance que está llevando adelante nuestra Convención Constitucional en estas temáticas, perfeccionar nuestros modelos de gobernanza multinivel y la participación de todos/as en las decisiones de desarrollo local. Es, precisamente, este tipo de momento donde iniciativas antojadizas de otros permiten que vuelva a instalarse el peligro de la degradación de un ecosistema fundamental para nuestra región, pero también para nuestro país y nuestro planeta.

Cuando la toma de decisiones se realiza en el mismo territorio, comprendemos que el desarrollo no se puede producir sin acercar más oportunidades a los mismos, de forma responsable, sustentable y coherente con las necesidades de la comunidad.

Estaremos del lado de la comunidad de la bahía de Puyuhuapi, buscando proteger sus intereses y los del ecosistema, esperando que más temprano que tarde en el país las legislaciones medioambientales avancen y que las decisiones sobre el destino de los territorios estén, efectivamente, en ellos mismos.