Avanzar hacia la implementación de la EIS en Chile

Débora Solís

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El pasado lunes 19 de junio, algunas/os diputadas/os de oposición presentaron una acusación constitucional en contra del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, por su eventual "incumplimiento" a la Constitución y a las leyes.

Entre otros argumentos, los/las parlamentarios/as acusan al secretario de Estado de "de priorizar una agenda con foco en diversidad sexual".

Tal como lo ha mencionado el ministro Ávila, el avance hacia la creación de una Educación Integral de la Sexualidad (EIS) a nivel de Estado, es igual de importante que cualquier otra agenda del ministerio.

Los comentarios emanados por ciertos sectores políticos en relación a las motivaciones del Mineduc, para priorizar esta política aludiendo a temas personales, ponen de manifiesto y confirman la necesidad de trabajar más arduamente por incorporar en la educación perspectiva de género y enfoques de diversidad para que la orientación sexual de las personas no sea tema a debatir o mucho menos cuestionar su trabajo. En ese sentido y pese a las críticas de la oposición, es importante destacar que no se ha priorizado la implementación de la EIS, al contrario, aún no se ha creado siquiera un proyecto de ley sobre esta temática.

¿Y por qué es necesario avanzar? La importancia de este currículo radica en que las niñas y niños como sujetas y sujetos de derecho deben recibir educación sexual y tienen derecho a experimentar vidas libres de violencia, abuso y discriminación, contando con las herramientas para ello, las cuales deben ser garantizadas a través de políticas públicas del Estado.

Es por esto que la clase política debe avanzar en la discusión de un proyecto que busca el resguardo de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, al entregarles los conocimientos, herramientas y aptitudes que necesitan para avanzar en su desarrollo, viviendo la sexualidad, tanto física como emocional de manera plena y en sintonía con el bienestar para construir una sociedad abierta a la diversidad y que proteja contra la discriminación y la violencia.