Este 4 de marzo es el Día Mundial (de la lucha contra) de la Obesidad, donde se intenta crear consciencia y visibilizar el daño que conlleva para el organismo esta enfermedad crónica, normalizada muchas veces, ignorada y estigmatizada la mayoría del tiempo.
Es por esto que según la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad ha alcanzado el nivel de pandemia, es decir que afecta a nivel mundial.
Esta urgencia por hacerse cargo de esta pandemia preexiste al Covid-19 y desde las sociedades de médicos y pacientes hemos dado la batalla por darle el sitial que corresponde y que sea declarada una enfermedad crónica. Al menos esta crisis sanitaria ha hecho que en Chile poco a poco se vaya avanzando en esta materia. En especial la segunda parte del 2021, donde se dio a conocer que la cirugía bariátrica se incorporará al Bono PAD para quienes tienen Fonasa. Esto repercutirá en el pago fijo de dichas operaciones en los Centros de Salud desde marzo.
Además, no debemos olvidar que durante el segundo semestre diputadas de distintas tendencias políticas lanzaron "Ley de tallas". Esta iniciativa pretende acabar con la discriminación en base a las tallas y al cuerpo, ya que la falta de oferta disponible contribuye a crear falsos imaginarios físicos y tiene repercusiones en la salud mental de la consumidoras y consumidores, idealizando cuerpos por sobre otros y generando un estigma social en torno a ellos.
A esto se suma una gran noticia, en noviembre del 2021, y por iniciativa de los diputados Gonzalo Fuenzalida y José Miguel Castro, se impulsó el proyecto de ley que considera a la obesidad como una enfermedad crónica en miras a incorporarla al GES, modificando el paradigma y posibilitando el ocupar recursos estatales para la prevención y control del sobrepeso y la obesidad, con estrategias de cobertura y financiamiento en sus tratamientos.
Recuerdo bien que hace un año estos temas de discusión no estaban en la opinión pública y lo tengo claro por qué es algo que he escuchado de la boca de mis pacientes día tras día. Su lucha contra esta enfermedad y sobre todo de la indiferencia del sistema de salud que no los reconoce es algo que debe cambiar y ojalá que este proyecto sea discutido y vea a luz en el Congreso. Muchos pacientes esperan con esperanza que eso suceda.
Puede ser que el coronavirus haya hecho reflexionar a las autoridades, pero para eso tuvimos que ver morir pacientes para entender que habíamos llegado a un punto donde el Estado debía hacerse cargo, la indolencia no puede ser parte de nosotros en estos momentos, no podemos seguir esperando que nuevas tragedias nos hagan tomar consciencia del problema con el que viven otros, la obesidad es una enfermedad crónica y debe ser considerada como tal.
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