Nuevo perfil de egreso en los médicos

Hace poco más de una semana se ha informado a la opinión pública que una comisión de expertos de la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (ASOFAMEC), ha elaborado un nuevo perfil de egreso para los estudiantes de esa carrera, como una forma de ajustarlo a las necesidades actuales de nuestro país, a partir del diagnóstico de que éste no estaría adecuado a lo sugerido por la Organización Panamericana de la Salud y las necesidades epidemiológicas propias.

En efecto, para lograr esta sintonía, se propone reorientar la formación hacia la atención primaria, “relevando el trabajo de prevención, promoción y rehabilitación” y dando conocimientos sobre legislación vigente, por ejemplo, leyes AUGE, Derechos y Deberes de los pacientes y la más reciente, la conocida como “Ricarte Soto”.

Esta es una muy buena noticia, ya que el desajuste entre las necesidades de salud del país y lo que estamos ofreciendo como respuesta, claramente está siendo insatisfactorio, tan claro es esto que en la última encuesta de ADIMARK sobre Opinión Pública, la gestión en salud es reprobada por el 73 % y aprobada solo por el 23 % de la población, siendo sólo superada negativamente por la delincuencia, la corrupción y el transporte público, en una situación que consolida un cuestionamiento de muchos años.

Cuando se analizan las razones de la insatisfacción de la población, estas se encuentran en aspectos que tienen que ver con lo que la Comisión ha destacado como necesario contemplar en el perfil de egreso de los profesionales médicos: el respeto de los derechos de los pacientes, en materias de trato, información, tiempos de espera y protección financiera y sobre todo, en la atención pronta, de amplia cobertura y de mayor resolutividad, pensando en la atención primaria como el lugar apropiado para la solución de la mayor parte de los problemas de salud; de manera que es coherente lo que la población reclama como carencia y lo que la Comisión ha considerado incorporar en el perfil de egreso.

De esta forma, pensar en este nuevo perfil de egreso resulta muy positivo, pero no parece suficiente, ya que no se trata de mayores conocimientos en materia de derechos de los pacientes lo que es necesario, se requiere de nuevas competencias relacionales, que instalen el derecho en el respeto de la dignidad de las personas como fundamental, de esta forma las cualidades humanas que deben desplegar los médicos a su egreso deben ser aspectos críticos a considerar desde el inicio en la selección de los aspirantes y seguir teniéndolos en cuenta en la fase de formación, práctica y sobre todo, en la evaluación al egreso.

Es tan importante la competencia técnica, de identificar el diagnóstico y el tratamiento eficaz como las competencias asociadas al trato de los pacientes y sus familiares, teniendo en cuenta la asimetría de la relación que se da en la prestación de servicios de salud, donde una de las partes administra más poder de información y de decisión y la otra porta la vulnerabilidad de estar afectada en su salud y a veces hasta en riesgo vital, ignorando el pronóstico y el impacto que esta situación le acarreará.

Se debe pensar en un profesional médico que se integre en un equipo de salud multidisciplinario, donde su participación sea de cooperación y no de competencia, de integración y no de superioridad, contemplando la participación de otros profesionales y técnicos dentro de un equipo humano de aportes complementarios. Tal como se ha conocido en experiencias exitosas de la historia de nuestras políticas de salud, como enlos resultados en salud materno infantil, con personal de enfermería, trabajadores sociales, kinesiólogos, nutricionistas y matronas entre otros; psicólogos en salud mental y muchos más.

La complejidad del actual perfil epidemiológico y el escenario de desigualdad que afecta nuestro país, obliga mucho más a lo mismo, es decir, a trabajar en equipos de las características que hemos señalado, multidisciplinarios y de amplia cooperación. Lo que por su parte, demanda un nuevo liderazgo, centrado en el reconocimiento de los pares y el ejercicio de una autoridad ganada en la práctica del trabajo cotidiano.

El énfasis en la atención primaria y la relevancia en la prevención y promoción de la salud, debe hacerse consistente con una formación y experiencia en ese nivel de atención. Es decir, privilegiar los espacios formativos en Centros de Salud Familiar, Centros Comunitarios de Salud Familiar, Servicios de Atención Primaria de Urgencia y Servicios de Alta Resolución, así como en interacción con otros sectores, como educación, social y comunitario, por ejemplo.

Además, junto con dar énfasis en este espacio como el del aprendizaje más fecundo, preocuparse por invertir en el, de manera de lograr condiciones para resolver en ese nivel las grandes listas de espera, que constituyen otra de las razones que alimenta la insatisfacción de la población.

En síntesis, buena la iniciativa de la Asociación de Facultades de Medicina, pero lo que necesitamos es un cambio en la manera como damos atención de salud a nuestra población, es decir, necesitamos un nuevo modelo de atención, un nuevo modelo de prestación de servicios, que será sin lugar a dudas, el espacio por excelencia de mayor aprendizaje, no sólo de los nuevos médicos sino que de todo el equipo de salud, de profesionales y técnicos.

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