Venta de medicamentos en Supermercados, ¿solución a qué problema?
La venta de medicamentos OTC (que no requieren receta) en establecimientos comerciales diferentes de las farmacias ha sido propuesta para resolver el problema de los altos precios y del acceso a los medicamentos en la medida que el ingreso de nuevos competidores incentive la competencia. Al respecto, es posible formular algunas reflexiones.
En primer lugar, el problema de los altos precios no se refiere al segmento OTC. Según todos los estudios, en este rubro Chile es uno de los países con menores precios. El problema está en los medicamentos del segmento ético (los que sí requieren receta) que constituyen más de 60% del mercado tanto en unidades como en valor.
En segundo lugar, el acceso a medicamentos OTC ya está garantizado en todas las comunas de Chile pues donde no hay farmacias, almacenes farmacéuticos, farmacias móviles o farmacias comunales, se encuentra presente la red de salud pública a través de centros de salud, consultorios, postas, establecimiento de baja complejidad, etc.
En tercer lugar, el ingreso de nuevos actores, algunos - como los supermercados - con fuerte poder de mercado, podría generar problemas para muchas farmacias independientes cuya oferta está centrada precisamente en medicamentos que no requieren receta y ya operan con precios y márgenes bastante bajos.
Las farmacias más pequeñas podrían verse obligadas a subir los precios de los medicamentos con receta y eventualmente a cerrar.
El problema del precio de los medicamentos no es un falso dilema, pero está cerca de serlo. Por una parte, los altos precios se refieren principalmente al mercado ético. Por otra, además de los altos precios, el problema está en la poca cobertura de los seguros de salud que genera un elevado “gasto de bolsillo” - lo no cubierto por los sistemas provisionales - de los hogares.
En síntesis, las políticas orientadas a bajar los precios y mejorar el acceso a los medicamentos no pueden centrarse en el mercado OTC, donde no hay un problema de precios ni de acceso.
De hecho, más bien debieran abordar el problema de los medicamentos éticos, comenzando por ampliar los seguros de salud con base - por ejemplo - en mecanismos de reembolso como los existentes en otros países. Ello implicaría ampliar el GES y modificar los planes de las ISAPRES para incorporar el reembolso de los medicamentos éticos.
En lugar de propuestas de dudosa efectividad como la venta de medicamentos en supermercados debería plantearse soluciones sustantivas como la anterior aprovechando que está en camino la reforma del sistema previsional de salud.
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