A favor de la inclusión de las personas con discapacidad

Matías Poblete

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Quedan pocos días para el plebiscito que determinará si Chile se queda con su actual Carta Magna o bien, ésta es sustituida por la elaborada entre un Comité de Expertos y un Consejo Constitucional.

Por estos días, el debate respecto a la propuesta de nueva Constitución ha sido álgido, en temas relacionados con los tratados internacionales, el aborto, el Estado social de derecho y otros, sin embargo, poco o nada se habla respecto del contenido de dicha propuesta relacionado con la discapacidad.

Pero antes de entrar al abordaje de la discapacidad, es importante señalar que este tema no concita el interés necesario entre los actores políticos, en lo particular, del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo. Prueba de ello es que no han existido mecanismos para propiciar la participación de las personas con discapacidad que tengan un real impacto, en comparación con los que se han aplicado con otros grupos de especial atención. Así entonces, las personas con discapacidad, a diferencia de aquellas que pertenecen a pueblos originarios o que son del género femenino, no tuvieron representación en la elaboración de la propuesta de nueva Constitución.

Y aun cuando es perjudicial que las autoridades permitan que exista preferencia de unos colectivos por sobre otros, lo cierto y lo importante de la propuesta que se plebiscitará el 17 de diciembre es que propone un articulado que da respuesta a requerimientos fundamentales de las personas con discapacidad, respecto a la participación y el acceso a la información, dos asuntos que hasta hoy son el Talón de Aquiles de la legislación chilena y de la destinación presupuestaria del Estado.

Asimismo, la propuesta de nueva Constitución aborda de manera especial el tema relacionado a los cuidados, que, por cierto, no sólo tiene que ver con la discapacidad, sino que, con niños, personas enfermas, personas mayores y de manera muy importante, con aquellas mujeres que se dedican a estas labores a pesar de toda la carga que conlleva.

De esta manera, la propuesta de nueva Constitución llega al corazón de la inclusión, propiciando la autonomía y la autodeterminación de las personas con discapacidad, además de realzar las labores de cuidado tan invisibilizadas.

El contenido aquí comentado en materia de discapacidad y cuidados no tiene lugar en la actual Constitución y es muy probable que de rechazarse la que se está proponiendo, pasarán décadas para que estos temas tengan presencia en nuestra Carta Magna, al menos con los actores políticos que hoy ostentan el poder, quienes han demostrado escaso interés con relación a estos asuntos.