Conversando sobre las elecciones alguien me preguntó, más allá de por quién votes, ¿cómo te gustaría el Chile de los próximos cuatro años? Debo reconocer que ante este tipo de preguntas suele aparecer el cálculo, las cifras, las estrategias, ese Chile que nos gustaría, y que solemos caracterizar desde y hacia lo tangible.
Pero no fue así, fue una respuesta que salió de la más simple, honesta y sincera emoción: "Tranquilo" fue la palabra capaz de dejar atrás todo razonamiento tradicional.
La pregunta y respuesta no ha dejado de darme vueltas.
El terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010 pareciera tener mucho simbolismo respecto de lo que viviríamos la década siguiente, donde simplemente el movimiento no se ha detenido. Como en aquella primera montaña rusa a la cual subimos, donde la primera bajada se nos hizo interminable, pero que luego pareciera que nos acostumbramos y hasta empezamos a disfrutar.
Nos hemos pasado demasiado tiempo pintando sobre el óxido. Al principio brilla, como es cuando vemos el número de personas vacunadas, pero que se derrite y cae en forma de gotas en una vela encendida cuando vemos el número de personas fallecidas, que nos deja lejos de las mejores posiciones de los rankings que tanto nos gustan. Pero no importa, parece que aquello basta mientras cubra el óxido, pues seguimos prefiriendo tratar de poner otra capa encima, aunque sabemos lo que ocurrirá.
La incertidumbre es algo que ha pasado a ser un sentimiento que supera cualquier análisis racional de promedios, cifras macro, y que se instala en la invisibilidad que parece tener lo micro, el ser humano, la comunidad. Estas emociones se viven en silencio, hasta que algún grupo las canaliza de manera inadecuada. Pues parece que este ha terminado por ser el libreto de una obra que simplemente se niega a ser modificado.
Esto ha sido como un maremoto donde sólo nos estamos fijando y alertando frente a las olas más destructivas. Pero ese tren de olas partió hace tiempo, a pesar de ser visto, parece que se sigue actuando como si mañana, de manera mágica, se termina.
Cómo quiero que sean mis próximos cuatro años, cómo me gustaría que fueran para ti y para el país, en simple... tranquilos.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado