Guerreras de Chile

Gonzalo Wielandt

Ultimos publicados:

• Tomic: Una enseñanza socialcristiana
• Mujeres místicas de Jesús en tiempos oscuros
• Totalitarismo y apostasía

La mujer chilena, combatiente nacional, representa la lucha por la patria lograda por sangre y fuego. Es de justicia, por lo tanto, recordar a nuestras soldados, conmemorando a la sargento Candelaria, a la sargento Irene Morales y a la subteniente Filomena Valenzuela.

Nuestra sargento Candelaria vio el fuego de las batallas en la guerra contra la Confederación Perú-boliviana, mujer mestiza y menuda, autentica de la raza chilena, tan negada hoy en día, destaca como una de las primeras soldados de nuestro Chile, tan negado también.

Nuestra sargento Irene Morales, quien desembarcó en Pisagua, combatió en Dolores, de la Alianza y en el Morro de Arica, demostró valentía y furia patriótica con su fusil, siendo implacable con el enemigo, llega hasta Lima con el tercero de línea.

Nuestra subteniente Filomena Valenzuela, participe de muchas batallas, cantinera y animadora teatral de nuestras tropas, dispuesta a ofrecer su vida, luchó con su fusil y bayoneta para defender el avance de nuestro ejército chileno.

Estas tres soldados, junto a otras chilenas como a Gabriela Mistral, Teresa Wilms Montt, mujeres del campo y de la ciudad, madres populares, marginales y de clase alta, mujeres del mar y de la cordillera, de nuestro desierto, de nuestros canales, hielos e islas, de nuestras tierras australes, todas, son chilenas, hijas de esta tierra y madres de los hijos de nuestra tierra, que no hay quien tenga la fuerza para destruirla ni arrogarse su representación. En este día 8 de marzo, día de la
mujer, es el día en que las madres e hijas de nuestra patria celebran la dignidad con la que sirven a nuestro Chile hermoso y sufriente.

Mujer chilena, mujer de los indígenas de los españoles y criollos, de los alemanes, de los croatas y palestinos, de los italianos y franceses, entre muchas otras, es nuestra mujer que naciste, llegaste, fuiste criada, viviste y moriste; eres ejemplo de amor, vida y muerte.