Mucho se ha comentado sobre la reciente decisión del Comité Organizador del Festival de Viña de confirmar la participación del cantante Peso Pluma en la próxima edición del evento. Se levantó un gran revuelo por las letras de sus canciones, que en muchos casos fomentan la "narcocultura" y se inició un debate necesario sobre los cambios que hemos experimentado en la sociedad chilena con este concepto. Alberto Mayol alertó sobre este artista de "talla mundial", pero el fenómeno ya se observa desde hace años y nadie ha hecho nada. Se llega tarde para poner límites, tal como lo hizo el directorio de TVN, un mal muy propio de nuestra idiosincrasia. Lamentable, pero cierto.
El musicólogo Juan Carlos Poveda alertó en una columna, hace un buen tiempo, de los alcances y fomento de la oferta musical para la "narcocultura". En sus líneas, describía a artistas chilenos como Andresito Otro Corte, Chuchu Retro, Bryan 357, Yordano el Menor, Gabo el Chamaquito y Bastián la Amenaza, entre otros. Todos ellos cultores chilenos de lo que se entiende ampliamente como "música urbana", compleja y diversa gama de estilos musicales de base electrónica y vocal.
Todos estos videoclips, canciones de trap y reguetón, muestran a niños en contextos de violencia y explícitas alusiones eróticas. "Chocha, culo, teta, llegamos bien ready pa' la discoteca...", cantan en "Nadie que lo pare". Muchos de estos "exponentes" no deben superar los 10 años. Escandaloso e inapropiado por donde se le mire, pero ninguna autoridad ha reparado en eso a la fecha. No se trata solamente de preocuparse por la presencia próxima de Peso Pluma en el Festival de Viña, todo lo descrito anteriormente sólo exhibe que este fenómeno se vive desde hace tiempo y que la polémica causada durante estos días solo ha sido "la punta del iceberg".
¿Qué pasa con la "formación narco" desde temprana edad? ¿Dónde está el Estado para poner atajo al uso de niños para estos fines? La formación está en marcha y estamos fallando como país. Tuvo que marcar la pauta Alberto Mayol en una columna para que se levantara el tema y nuestras autoridades recién reaccionan. Y tarde además. Los nombres de los artistas que se presentarán en Viña se conocieron la primera quincena de octubre pasado. Sin comentarios.
El último video que subió Sabrina Durán Montero a Tik Tok, antes de que le dispararan a quemarropa a plena luz del día en Padre Hurtado, al suroeste de Santiago de Chile, tiene más de cinco millones de reproducciones. En él, la "influencer" de 24 años, luce una camiseta marca Tommy Hilfiger y grandes joyas doradas. Estos son más indicadores del problema que describimos. Esta cultura ya se instaló en nuestro país.
Chile es, hasta ahora, uno de los países de Latinoamérica con menor tasa de criminalidad derivada del narcotráfico, pero no ha quedado exento de la influencia de la narco cultura, originada en Colombia y México. Chile ha realizado una apropiación cultural de las características de lo narco, produciendo sus propias ficciones.
La gran pregunta es qué harán nuestras autoridades para poner límites a todo esto. Pareciera que no hay real voluntad. Este tema continúa escalando y hay muchos sectores de Santiago que están tomados, donde la gente cierra el comercio a las 19:00 horas. Lentamente nos estamos adaptando a esta nueva realidad y no se ven estrategias para enfrentarla. Preocupante, por decir lo menos. Y desesperanzador.
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