La TV debe respetar las leyes

No nos imaginamos la televisión sin producción dramática. El cuestionado rating, indicador que muestra cantidad de seguidores, oscila entre los canales de TV que emiten programas dramáticos. En nuestro país el género del melodrama es el que manda a las 20:00hrs y luego de los noticieros a las 22:00.Entre los dos segmentos señalados se obtiene un 20% de rating promedio para los canales.

Los actores y las actrices que juegan el rol protagónico de esta área productiva anunciaron paro indefinido, el diálogo para llegar a acuerdos con los empleadores sobre los derechos de propiedad intelectual impagos, se quebró.

Los canales de TV, no están cumpliendo la ley 20. 243 que protege los derechos de los artistas.

Esta situación se mantiene desde hace un año, fue denunciada y hubo intermediación incluso del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes.

Con mis palabras, quiero focalizar este llamado de atención en la gravedad de los hechos desde el punto de vista laboral y por lo tanto de los derechos de las personas detrás de los personajes que representan.

Los canales de TV, no están cumpliendo con la normativa vigente en cuanto a propiedad intelectual, no es justo, ni habla bien de un país que quiere ser desarrollado, que los empleadores abusen de l@s trabajador@s haciendo caso omiso de las políticas públicas que creamos para una convivencia de respeto y tolerancia.

Aquí está en juego, la pérdida monetaria para los artistas, pero sobretodo la dignidad laboral de un sector de trabajadores muy querido por la ciudadanía. A los empleadores sólo les corresponde cumplir la ley, sin amenazas y malos tratos a sus trabajadores.

Cuando revisamos la encuesta 2011 del CNTV sobre la televisión chilena, en la cual los televidentes le entregan en primer lugar la responsabilidad a los canales de TV de mejorar la televisión abierta, tienen que hacerse cargo integralmente del significado y significante de esa demanda ciudadana.

Exigimos también desde el Parlamento, que se cumpla la ley 20.243 sobre los derechos de propiedad intelectual para los artistas, intérpretes y ejecutantes de obras o fijaciones audiovisuales.