Ninhue bordado

Existen oficios artesanales que tienen una larga tradición porque mantienen o han surgido de prácticas y artefactos que datan de tiempos precolombinos, que son de enorme significación para personas y territorios, donde se mantienen vivos a través de la continua recreación de esos saberes, siempre renovados. Sin embargo, también encontramos artesanías que dan identidad a sus lugares de origen y son creaciones relativamente recientes, que se convierten en tradición no sólo por su permanencia en el tiempo, sino también porque interpretan el imaginario que es significativo para las personas en los lugares en donde viven, aunque sus técnicas y materialidades provengan de otros contextos culturales.

Estas nuevas manifestaciones proliferan en contextos urbanos y también rurales donde incluso ya existen otras formas de artesanía fuertemente asentadas.

Conocido por sus chupallas, en la región de Ñuble está Ninhue, lugar donde un grupo de artesanas retrata con lana sobre tela escenas de la vida diaria.

Los característicos bordados de las mujeres de Ninhue nacen en 1971 de la mano de Carmen Benavente y Filomena Vergara. Según explica Filomena, Carmen quería hacer talleres de bordado para las mujeres del pueblo -donde había vivido su familia durante años- para enseñar la técnica de crewel que había aprendido en el extranjero, donde se encontraba radicada. Para ello, entusiasmaron a un grupo de mujeres que poco a poco se sumó al aprendizaje de este arte.

A través de los años, Filomena continuó con el legado inicial, liderando a las artesanas organizadas que cultivan esta artesanía a través de la Agrupación de Bordadoras Carmen Benavente, practicando, enseñando y perfeccionado el oficio y hoy con 90 años continúa formando a nuevos grupos de artesanas que cultivan esta artesanía que es parte de la tradición artesanal de Ninhue, pero que utiliza una técnica de origen europeo. Se cree que el crewel ya se utilizaba en el 1600 y su nombre hace alusión a que la lana se retuerce antes de usarla, lo que hace que el bordado tenga mayor volumen.

Utilizando esta técnica, este grupo de mujeres plasma las imágenes de la vida en el campo, obras que poco a poco fueron cobrando notoriedad a través de la promoción que en Chile y en el extranjero hizo la misma Carmen Benavente, quien a principios de los 70s organizó una exposición con los trabajos del grupo.

Años más tarde, esos mismos relatos bordados llegaron a participar en las ferias de Artesanía que la Universidad Católica comenzó a realizar en 1974, encuentro en el cual las artesanas Filomena Vergara y su hermana Ema expusieron los trabajos de sus compañeras y también los propios y donde se encontraron con un espacio de valoración que las sorprende y alienta, y al cual Filomena aun asiste. "La feria de la Católica me abrió el mundo. Yo tenía un mundo muy chiquitito en el campo y la feria me permitió ampliarlo, y nos dio la posibilidad de darle un nombre a Ninhue con los bordados", cuenta.

La participación en espacios de comercialización hizo posible que las artesanas encontraran en la venta de sus trabajos un apoyo económico para sus hogares y también una forma de expresión importante para su creatividad, que no se detuvo en la manifestación bidimensional de sus obras bordadas.

En 1981 las hermanas Filomena y Ema Vergara, escriben a Lorenzo Berg -escultor y primer organizador de las ferias de artesanía que la Universidad Católica- una carta donde le comentan lo que están preparando para llevar a la feria de ese año. "Tenemos que contarle que en el mes de junio recién pasado tuvimos la visita de la señora Carmen Benavente que nos dejó la cabeza vuelta loca con las esculturas blandas (que son animalitos bordados). Pensamos que a lo mejor resulte un buen pesebre. Nosotras hicimos unas ovejitas y resultaron bien mononas... Otra cosa que queremos recordarle o pedirle es si podemos llevar chupallas o más bien cosas de paja. Si esto fuera posible sería bien bueno que nos contestara para poder prepararnos", explican en la misiva.

Hoy, el repertorio de los animales bordados que se pueden encontrar en las artesanías textiles de Ninhue es amplia e incluye animales como gallinas, pavos, caballos e incluso algunos ejemplares foráneos como jirafas y leones, que aparecen esporádicamente. También en la misma técnica se realizan algunos pesebres o sagradas familias como piezas especiales, sin embargo, la reina de todo este universo de personajes humanos y no humanos sigue siendo la oveja.

Clara u oscura aparece en variados tamaños. Como una figura independiente o también como parte de un rebaño bordado en un lienzo que las reúne para recordarnos que la creatividad siempre puede encontrar misteriosos caminos para expresarse y hacer surgir nuevas tradiciones, que den orgullo, identidad y belleza a las comunidades.

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