En la precordillera de Santiago, en los terrenos de San Carlos de Apoquindo, ha comenzado a gestarse un proyecto que, aunque puede parecer pequeño en sus primeros pasos, tiene una ambición inmensa a través de la recuperación del bosque esclerófilo, un ecosistema único en el mundo y vital para la biodiversidad de la región central de Chile.
El bosque esclerófilo, presente en tan solo cinco lugares del mundo, enfrenta amenazas significativas. La introducción de especies invasoras, más de una década de sequía y la presión urbana han debilitado este ecosistema, comprometiendo su capacidad para sostener la rica biodiversidad que alberga. No es sorprendente, entonces, que este bosque haya sido catalogado como un hotspot de biodiversidad, una región de alta concentración de especies endémicas que, sin protección, podrían desaparecer para siempre.
Un nuevo esfuerzo por recuperar este bosque comenzó con la plantación de los primeros cien árboles de un total de mil. Este esfuerzo liderado por el Club Deportivo Universidad Católica (UC), en conjunto con Cruzados SADP y CMPC, no solo significa mitigar los efectos del cambio climático, sino también estrechar lazos entre la comunidad, el deporte y la naturaleza.
El deporte y el contacto con la naturaleza son herramientas poderosas para sensibilizar y educar a las nuevas generaciones. El proyecto piloto del club, que forma parte de un plan más amplio de sustentabilidad, busca acercar a la comunidad a la montaña a través del senderismo. Esta disciplina, que está ganando popularidad en Chile, ofrece una forma accesible y saludable de reconectar con el entorno natural. Con casi el 80% del territorio nacional compuesto por cadenas montañosas, nuestro país se presenta como un escenario ideal para la práctica del senderismo, no solo por su geografía, sino también por los beneficios que esta actividad aporta al bienestar físico y mental.
El senderismo, a diferencia de otras actividades deportivas, no requiere de una infraestructura compleja ni de un equipamiento costoso. Es una actividad que puede realizarse a cualquier edad y en cualquier estación del año, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias. En este sentido, el programa "Montaña para todas y todos" del gobierno de Santiago, que ha llevado a más de 300 estudiantes de colegios de Maipú, San Ramón y Quinta Normal a explorar los senderos de la precordillera en San Carlos de Apoquindo, es un ejemplo del impacto positivo que estas iniciativas pueden tener en la formación de una conciencia ecológica en los jóvenes.
El vínculo entre la restauración del bosque esclerófilo y el senderismo es claro, ambos son expresiones de un respeto profundo por la naturaleza y un compromiso con su preservación. La montaña, como espacio de encuentro y de desafío personal, es también un recordatorio de nuestra responsabilidad con el medioambiente. Proyectos como el que se está desarrollando en San Carlos de Apoquindo son una muestra de que, con voluntad y colaboración, es posible dejar un legado positivo para las futuras generaciones.
En este sentido, es vital que continuemos apoyando y participando en iniciativas que promuevan la recuperación de nuestros ecosistemas, así como la práctica del senderismo y otras actividades que nos conecten con la naturaleza. Solo así podremos garantizar que nuestras montañas y bosques seguirán siendo fuente de vida, inspiración y bienestar para todos.
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