La pandemia generó cambios permanentes en nuestros hábitos y forma de relacionarnos, hace algunos años era impensado en Chile que las personas pudieran ejercer sus funciones laborales desde su casa y hoy es una realidad. De acuerdo a la encuesta de EY Work Reimagined 2022, que entrevistó a más de 17.000 colaboradores de 26 industrias diferentes y 1.500 empresas en 22 países, entre ellos Chile, Brasil y México, arrojó que 83% de los chilenos quiere trabajar de forma remota dos días a la semana o más, lo que está en línea con los encuestados en Latinoamérica (88%) y el mundo (80%), conclusiones similares a las que han llegado otras encuestas.
Lo anterior quiere decir que el teletrabajo llegó para quedarse y en este contexto es fundamental que se hagan las modificaciones legales necesarias para incorporar esta modalidad al Código del Trabajo, especialmente para aquellas trabajadoras o trabajadores que ejercen labores de cuidado en sus hogares. Recordemos que durante la alerta sanitaria (que culmina el próximo 31 de agosto) se ofreció esta alternativa para madres con hijos menores de 2 años y mujeres embarazadas, sin embargo, ante la necesidad de mantener permanentemente esta modalidad presenté una moción parlamentaria que busca que los y las trabajadoras puedan optar por la modalidad de trabajo a distancia, en la medida que la naturaleza de sus funciones lo permitieran y beneficiaría a quienes tengan bajo su cuidado a un menor de 14 años, adultos mayores no autovalentes y a personas con discapacidad o neurodivergentes.
Este es una anhelo de organizaciones que han venido luchando para consagrar el derecho al teletrabajo, en ese sentido el Ejecutivo presentó un proyecto al Senado para regular el teletrabajo en una modalidad de carácter híbrida, esto quiere decir que no se contempla una jornada completa de teletrabajo, sino que una jornada mixta entre la presencialidad y el ejercicio de funciones remotas, esa es la propuesta del Gobierno para personas que se encuentran cuidando a niños o niñas con un límite de edad de 12 años, lo que es un avance pero no es suficiente. Por lo que vamos a insistir para que en la discusión en el Congreso se puedan incorporar las indicaciones necesarias para mejorar este proyecto y que realmente signifique un cambio significativo en la conciliación de la vida familiar y laboral.
El teletrabajo tiene múltiples beneficios: facilita la flexibilidad en las condiciones de trabajo; se provoca una mayor conciliación de la vida personal y laboral, el ahorro de tiempo, junto a la libertad para organizar la jornada laboral, permite una mayor conciliación de la vida familiar con las obligaciones laborales; por otra parte, permite la integración, siendo una importante oportunidad de acceder a un empleo para las personas con discapacidad o personas que cuidan a otras personas; permite el acceso laboral a quienes tienen dificultades de desplazamiento, como personas que viven en zonas rurales o alejadas del centro de la ciudad y que pueden hoy día tener acceso a mayores posibilidades de puestos de trabajo gracias a la irrupción de esta modalidad.
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