¿Chile, un país corrupto?

Patricio Young

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"La relatividad aplica para la física, no para la ética", Albert Einstein

En nuestro país la ética parece ser relativa. Por mucho tiempo nos enorgullecimos de ser un país que no estaba afectado por este gran flagelo. Sabemos, que en definitiva, afecta a la misma democracia.

Cuando muchos sucumben a la tentación de corromperse con del dinero fácil y esto se da especialmente en quienes debieran ser el símbolo de la honestidad por tener el privilegio de haber sido elegidos por la sociedad para asumir cargos de representación, se pierde el sustento ético porque al final si ellos lo hacen por qué no puedo hacerlo yo.

No es solo un problema de necesidad, lo que pudiese justificar a personas de clase baja. Muy por el contrario hay una gran corrupción también en sectores altos representados por abogados, médicos y empresarios que usan todos los medios para conseguir sus fines.

Delincuentes disfrazados de empresarios, miembros de Carabineros, altos oficiales del Ejército, políticos que usan boletas ideológicamente falsas, colusiones de empresas, el fraude de las fundaciones, las licencias falsas, la corrupción municipal y tantas más, suman un total que supera los 412.000 millones de pesos. Para un país como Chile sin duda es un tremendo robo al bienestar de toda la población, para el enriquecimiento de algunos. Tal como lo manifestó el Ministro de Hacienda son muchos hospitales, vehículos de seguridad, viviendas nuevas y tantas otras necesidades del país.

Estos son los llamados vivos, reconocidos y valorados por gran parte de la población, mientras no son pillados. "¿Cómo lo hiciste? Que buena idea. Pásame el dato". Son las afirmaciones más recurrentes de los chilenos cuando se encuentran con estos personajes. Si ello está arraigado en nuestra cultura, definitivamente somos una sociedad enferma.

Para muchos esto se soluciona con nuevas y más leyes. Pero sabemos que en nuestro país hay un aforismo: "hecha la ley, hecha la trampa". Por lo tanto no es una solución de fondo. El tema pasa por cada ciudadano y su formación ética.

Salir de esta situación no es fácil, se requiere un profundo cambio cultural de la sociedad, a través de un cambio en mí, en ti y en cada uno de nuestros compatriotas. Sin negar el valor de las leyes, la transparencia y rendición de cuentas, hay otros tópicos que se deben abordar:

• Salir de una sociedad egoísta que hemos construido y que al final se representa en la ley de la selva: "sálvese el que pueda y como pueda", porque "el fin justifica los medios". Este es el cáncer de nuestra sociedad, que solo se suspende cuando hay una gran catástrofe y anualmente en dos días, los de la Teletón. Un chileno residente en Suecia me decía. Allá no hay corrupción o es muy menor, porque todos tienen consciencia que este es "su país" y cada uno debe cuidarlo por el bien de todos. Esta etapa de madurez es la que necesitamos
• Construir una sociedad fraternalmente, entendiendo que todos nos debemos a todo. Que cuando yo me aprovecho de una situación o traspaso derechos u obligaciones, estoy afectando a otros chilenos y mi calidad de vida se enturbia, se empobrece cualquiera sea el monto robado. Recordemos también, que la historia nos ha enseñado que sin fraternidad no hay una gran libertad ni tampoco una mayor igualdad
• La familia es, sin duda, el instrumento clave. La cuna donde se forma la ética y la moral. La conducta de los padres es una gran influencia para sus hijos, condiciona pero no determina su actuar futuro. Es en la paternidad y maternidad en donde se aprende el valor de la autoridad. No por el poder, sino por el amor. Para ello la sociedad debe crear consciencia en la familia y los colegios deben desarrollar escuelas para padre donde muestren y formen en esta gran responsabilidad que tienen, la que es ineludible y no es sustituida completamente por la escuela
• Mejorar la educación formal en el país e incorporar prioritariamente desde la infancia la enseñanza de valores éticos. Naturalmente esto debe ir acompañado de normas claras de convivencia al interior de los establecimientos educacionales, porque si no hay autoridad clara y los niños hacen lo que quieren, sin duda alguna que es un contrasentido con la formación ética. Es imperioso abordar estos temas con urgencia en el país
• Los profesores, las autoridades políticas, sociales y religiosas son personas que tienen mucha influencia en la conducta ética de todos los ciudadanos. Si estos líderes tuviesen una buena conducta ética, sin duda sirven como modelación positiva para la sociedad. Cuando por el contrario son el símbolo del robo y el abuso, es toda la sociedad la que se termina desquiciando
• Es necesario no solo denunciar la corrupción, sino generar un debate nacional sobre el tema de tal manera que se comience a producir una atmósfera social donde el tema sea tratado en todos los planos y por todos los medios. De tal manera que la contención sea también una gran refuerzo social
• Generar incentivos éticos que puedan ser un poderoso aliciente para que las personas sigan actuando de manera responsable y ética.

Naturalmente hay otras más. En fin, es una tarea que debemos asumir entre todos y con la mayor urgencia. La que sin duda debe estar construido sobre una sólida ética y un amor genuino al país. "Con la moral corregimos los errores de nuestros instintos, y con el amor los errores de nuestra moral", nos enseñaba José Ortega y Gasset.