Doble estandar

La prohibición de ingreso que decretó el régimen de Cuba contra la camarada Mariana Aylwin es aún incomprensible por parte del régimen de Castro, ya que atenta contra la relación con nuestro país.

Y es que el viaje tenía por objeto participar de un homenaje al ex Presidente Patricio Aylwin, una de las figuras políticas más respetadas por Chile en el proceso de retorno a la democracia, haciendo más condenable esta agresión contra una persona que ejerció como parlamentaria y como ministra del Estado de Chile.

Pero lo más preocupante de todo esto, es la reacción que tuvo el Partido Comunista chileno que en vez de ponerse del lado de los demócratas, en vez de ponerse del lado de su propio Gobierno que condenó este hecho, se puso del lado de un régimen dictatorial.

Y no es sólo Cuba, sino que frecuentemente tenemos que ver este tipo de dudas profundas respecto del valor de la democracia en otros gobiernos de su signo político con los que al parecer siente un compromiso ideológico más profundo que impide recordar que el respeto a la democracia y los Derechos Humanos no admite matices.

La disensión en política es una garantía fundamental de las personas, más aun en un mundo global, libre y democrático como al que aspiramos la mayoría de los países. Sin embargo, eso no se ve en Cuba.

Quisiéramos que ese entusiasmo y esa lealtad estuviera más bien con el gobierno de la Presidenta Bachelet y con los partidos de la Nueva Mayoría, que es el conglomerado político donde hoy el PC tiene su domicilio. Por el contrario, los comunistas de Chile se hicieron eco de declaraciones destempladas del régimen castrista que acusó a Mariana Aylwin de complotar contra el orden interno de Cuba.

Esta situación constituye un aliciente para todos los sectores que quieren un debilitamiento de la Nueva Mayoría como proyecto político.

¡Cuesta entender que el Partido Comunista chileno siga apoyando una dictadura tan retrógrada y abusadora de los derechos humanos! ¡Ellos, que sufrieron directamente los embates de una dictadura cruel como la que sufrimos en Chile! ¡Quién entiende!

Cuando se es demócrata, se es siempre demócrata. Lo que hizo Cuba fue grave y no se puede bajar el perfil a esta situación y si eso sigue sin ser entendido por el PC, nos obliga a elevar el tono de los reclamos y de las demandas, porque la defensa de la democracia y los derechos de las personas, son un tema irrenunciable para la DC.

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