Empatía, el principal desafío para el 2020
Este año viene cargado de importantes desafíos para nuestro país, para los cuales cada uno de nosotros como ciudadanos de esta nación debe aportar en sus distintos roles. Como parlamentario en ejercicio, tengo la responsabilidad de trabajar por respaldar, promover y perfeccionar grandes reformas en el Congreso, las que esperamos, se traduzcan en cambios sustanciales para la vida cotidiana de todos los chilenos.
Por estos días en la Cámara de Diputados tenemos una agenda recargada, principalmente durante el mes de enero, en donde hemos comprometido sacar adelante la Reforma al Fondo Nacional de Salud y la Reforma de Pensiones, entre otras.
En los últimos 30 años de democracia hemos construido juntos un Chile más próspero, más equitativo y con mayores posibilidades individuales y colectivas de surgir. Eso es un hecho indesmentible.
Pero tampoco podemos desconocer que el país pudo haber avanzado mucho más en una multiplicidad de aspectos, que aún tenemos grandes falencias y materias pendientes que debemos resarcir, y que sin duda, fueron sembrando y alimentando la semilla del descontento que finalmente explotó de la peor manera.
Estamos viviendo un período especial y muy sensible, en el que lamentablemente se están polarizando los extremos, crecen las visiones sesgadas y la violencia política, violencia verbal, el uso del lenguaje de trincheras y la violencia física, lo que es totalmente repudiable y muy peligroso para nuestra sociedad, porque incuba y pavimenta el camino a los populismos.
Tenemos desafíos históricos y para juntos salir airosos de ellos, debemos redoblar esfuerzos, poniéndonos como nunca antes en el lugar del otro y trabajando a fondo concienzudamente nuestra empatía. Entender la óptica de quien vive una realidad distinta a la nuestra es un ejercicio que todos deberíamos realizar y que nos está haciendo mucha falta como chilenos.
En abril próximo tendremos un plebiscito inédito para ingresar a un proceso constituyente y más allá de la opción que usted escoja y el resultado final de este, debemos tomarlo como un hito y un triunfo para nuestra democracia.
Miremos el vaso medio lleno y trabajemos de manera propositiva y sin miramientos ni cálculos mezquinos, porque construir un mejor país es - y ha sido siempre - tarea de todos.
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