Los costos de la gratuidad

Jorge Pizarro

Ultimos publicados:

• Invitación con corta memoria
• Nuevos liderazgos
• Economía: el gran desafío presidencial

Chile acaba de dar un paso de tremenda importancia en favor de las familias de clase media. Al aprobarse el presupuesto 2017, se dio curso a la entrada a la gratuidad de miles de estudiantes de enseñanza técnica que se sumarán a las 140 mil que ya acceden a este beneficio en las universidades. Esto marca un antes y un después en materia de promoción y apoyo a la educación.

La Presidenta bien dice que la gratuidad llegó para quedarse y que este esfuerzo país permitirá que ahora puedan cumplir con ese sueño, aquellos jóvenes que opten por iniciar una carrera en los centros de formación técnica e institutos profesionales que se adscriban al sistema y que cumplan con los requisitos de la ley.

Sin duda que el acuerdo tuvo costos políticos, negociaciones y acuerdos con la derecha. A muchos eso no les gustó, pero estaba claro que la gratuidad tendría un costo porque es ideológicamente contraria a las pretensiones y anhelos de la derecha.

Pero de verdad, ¿por qué sólo destacamos el detalle de la negociación y los mecanismos que pondremos en práctica para cumplir el compromiso?

Creo que el que las familias en los próximos años no tengan la disyuntiva de cómo pagar por la enseñanza superior de sus hijos, a veces debiendo elegir entre ellos, es el principal objetivo de este esfuerzo. Todos sabemos que la máxima preocupación de los padres es que sus hijos tengan la mejor educación posible y que accedan a todas las herramientas para salir adelante en la vida. ¿Qué mejor ayuda para eso que la gratuidad en los estudios?

Ante esta noticia, no queda más que felicitar al Gobierno, al Congreso y a todos quienes hicieron posible este acto de justicia y equidad social para con las familias de todo Chile. Ese es el sentido de la política y el trabajo que los políticos hacemos: llegar a acuerdo en favor de la gente, por muy incomprendido que sea, por muy complejo que resulte a veces, por muchos costos existan.

Son miles los jóvenes que acaban de rendir la PSU y sin duda alguna, muchos de ellos tendrán la opción de estudiar sin el drama económico que la educación conlleva por su alto costo.

Estamos satisfechos por haber cumplido esta promesa y por haber transmitido al país cuál era esa idea de una sociedad justa y solidaria con quienes menos han tenido.