No echarlo a perder
¿Dónde se fue el centro político? La elección presidencial y parlamentaria arrojó números que es necesario evaluar con calma, con una enorme dosis de mesura e idealmente, con algo de tiempo y distancia. Pero no tenemos ni tiempo ni distancia, porque la segunda vuelta está a menos de un mes y las primeras conclusiones indicaron que el centro político quedó desplazado, poco nítido o capturado en medio de posiciones.
Lo que interesa ahora es ver cómo se dará gobernabilidad al país. El panorama no es más fácil en las corrientes de centro izquierda y es por eso que cobra tanta relevancia el llamado que hizo la Presidenta Bachelet a la unidad del mundo progresista. No es fácil y el riesgo de correr la misma suerte que en la elección en la que ganó Sebastián Piñera por primera vez: la dispersión de votos y el rechazo de unos a apoyar al candidato de la Nueva Mayoría.
Por ello creo importante no perder tiempo, entender que el primer paso que tiene sentido en este minuto es respaldar la opción del resto de la centro izquierda. Al menos desde la DC, hay que entender que el partido sí tuvo un fracaso, pero sigue vivo y sigue siendo relevante para la construcción de los acuerdos futuros.
Hay que confluir para que ese porcentaje de centro izquierda se una en un proyecto común que prefieran los electores, pero no se saca nada con dar consejos ni mandar mensajes por la prensa. Tampoco es recomendable renunciar a los proyectos y a la identidad que cada cual representa y despejar muy bien las aspiraciones de cada sector político del progresismo.
Ya vendrán los espacios para la reflexión de los errores y los aciertos, ya vendrá el momento de los cambios necesarios en el rumbo interno, pero para lo que no hay mucho tiempo, es para detener el proyecto revanchista que la derecha ha estado alimentando cada vez que se ha opuesto a las reformas que fueron respaldadas por una mayoría clara en las urnas el pasado domingo.
El tiempo cuenta y la gente está esperando una propuesta sensata, responsable y realista para frenar el retroceso que representa Piñera.
El conglomerado de centro izquierda es mayoría en Chile y no hay que echarlo a perder.
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