Pensiones: la mentira instalada

Pedro Vera

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Respecto de la reforma previsional, la derecha política y la derecha económica -a través de sus medios de comunicación- han sido eficientes en instalar una verdad que nadie discute y es que los ahorros previsionales son del trabajador.

No olvidemos que la derecha económica en apoyo a la derecha política gastó grandes cantidades de recursos para desprestigiar el anterior proceso constitucional, señalando, entre otras mentiras, que "se pretendía expropiar estos ahorros previsionales del trabajador".

Así, bajo una verdad que nadie discute, se ha venido a través de la mentira preparando el camino para detener, durante años, cualquiera verdadera reforma al sistema de pensiones. Sólo una pequeña acotación. Desafío a cualquier trabajador a que se dirija a su AFP para retirar los fondos que le pertenecen. ¡Se encontrará con que dichos fondos no están!

Porque las AFP constituyen un sistema de capitales frescos para inversión, nunca fueron concebidas como parte de un sistema de seguridad social. De hecho, nunca han asegurado un cierto nivel de rentabilidad y, por supuesto, tampoco han aceptado ninguna regulación a sus ganancias. El sistema contempló desde sus inicios que las pérdidas de estas inversiones fueran asumidas por los propios trabajadores afiliados.

Es un hecho que sin preguntarle a usted -o sea a los supuestos dueños de estos ahorros previsionales- las AFP invierten en los grupos económicos ligados a las pocas fortunas familiares que, como sabemos, controlan la vida del país. Mientras, las pensiones miserables han debido en el tiempo ser compensadas -para los sectores más carentes- por mecanismos de subsidios estatales, por supuesto insuficientes.

Y, paralelamente, las AFP con una comisión fija por estos grandes volúmenes de inversiones que mueven, han sumado a septiembre de 2023 en su conjunto la irritante cifra de 249 mil millones de pesos. Pero, en fin, eso les ha permitido instalar una gran mentira y es que el 6% adicional, que será aportado por los empleadores, debe ser considerado como parte de los ahorros previsionales del trabajador. ¿Por qué? ¿Con qué lógica? ¿De dónde sale esta mentira?

Estos son recursos adicionales que no corresponden al esfuerzo de cada trabajador reflejado en sus ahorros previsionales. Y es perfectamente entendible que el gobierno, que ha reiterado esta propuesta que se viene discutiendo hace años, proponga que con estos recursos adicionales -que reiteremos no corresponden al ahorro de cada trabajador- se establezca un fondo solidario de reparto que permita mejorar desde ahora y para el futuro las pensiones de la mayoría de las chilenas y de los chilenos.

¿Cuál sería el interés de transferir estos recursos adicionales a las cuentas de capitalización individual con el pretexto -que esperamos haber explicado- al menos dudoso de que esos fondos son de los trabajadores sino incrementar y consolidar el sistema de las AFP y sus ganancias ilegítimas?

Para los humanistas cristianos este fondo de reparto representa el elemento de solidaridad real que estimamos imprescindible para hablar de un estado social y democrático de derecho y, lo que no es menor, para mejorar las pensiones.

Este es un debate de fondo que debiera darse de cara a la ciudadanía de modo que ella juzgue quienes son los que se oponen a avanzar hacia un sistema de seguridad social. Haber aceptado negociar este punto, puede explicarse por una dosis de realismo político, pero, en nuestra opinión, constituye un error del gobierno.

Si frente a cada mentira instalada por los Kast, los Mellado y los Ramírez, y multiplicada por el impacto de sus medios de comunicación, la sociedad chilena queda cautiva, entonces no habrá posibilidad de avanzar hacia un Chile más justo. La negociación pasará a ser así una capitulación de los sueños de progreso y justicia social que, esperamos, sigan animando a las fuerzas progresistas y, por supuesto, a nuestra Democracia Cristiana.