El gobierno del Presidente Gabriel Boric ha cumplido dos años de gestión, periodo que en el mundo de las y los trabajadores de la salud hemos visto con cierto desencanto, por cómo se han diluido las promesas de campaña sobre cambios y una profunda reforma de salud, que modifique el modelo de mercado que hoy controla el país.
Queda en el recuerdo el encuentro entre el candidato Boric y las y los trabajadores de salud afuera de la Posta Central, donde se comprometía en avances que hasta ahora no se ven.
Por lo mismo, vemos con urgencia que el gobierno haga una revisión del trabajo realizado en el sector salud, cómo se evalúa corregir los errores y cómo se pretende avanzar en cumplir el programa. No puede ser que la principal acción del gobierno en materia de salud sea sacar adelante la ley corta de Isapre y salvar a los grandes capitales que han jugado al monopoly con la salud de millones de chilenas y chilenos.
Y aquí tenemos el "qué" del asunto. El año pasado desde la Confederación Fenats Nacional articulamos y nos movilizamos en pos de cuatro puntos relevantes: la integración definitiva de los mal llamados "honorarios Covid", quienes luego de ser tildados como los "héroes de la pandemia" y aplaudidos en lo simbólico, a la hora de mejorar condiciones y estabilidad laboral quedaron "mirando para el lado".
Eje de nuestras movilizaciones y que son la centralidad de la esperada reforma de Salud, que debe asegurar cobertura y atención de los usuarios del sistema público a lo largo del país, sigue siendo una nueva carrera funcionaria, el incentivo al retiro permanente y la asignación técnica.
Estas propuestas, junto con ser sensibles demandas de las y los trabajadores -por mejorar las condiciones laborales, asegurar su desarrollo laboral y garantizar el reconocimiento a las labores realizadas-, repercuten en una mayor y mejor atención a las y los millones de usuarios del sistema público de salud. El mayor desafío de este gobierno debe ser el construir las condiciones mínimas para un sistema de salud garantizado para todos las chilenas y chilenos, no priorizar en resolver las deudas a los grupos económicos que tienen a la salud como un punto más de sus intereses.
Por eso, el llamado es que este segundo tiempo de gobierno es fundamental para el futuro de la salud pública, ante la arremetida de la ultraderecha que busca llegar al poder para arrebatar derechos sociales. Por lo mismo, se debe proteger a la ciudadanía de un escenario de indefensión por no tener garantizados los derechos sociales.
Cumplir con el programa de gobierno en salud entregar trabajo Decente a las y los trabajadores hospitalarios y garantizar a la ciudadanía una vida mejor. No puede quedar restringida a la calculadora, sino que tiene que transformarse en un compromiso de este segundo tiempo.
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