Se inició el Primer Estudio de Consumo de Drogas y Alcohol en Estudiantes de Educación Superior, con la finalidad de levantar información que permita describir la prevalencia del consumo de sustancias psicoactivas en este segmento.
La investigación de campo, que se extenderá hasta el 1 de junio, es realizada por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA). Considera una muestra aleatoria de estudiantes pertenecientes a distintas casas de estudio de las regiones de Antofagasta, del Bío-Bío, de Los Ríos, Los Lagos y Metropolitana.
Este estudio nos recuerda una vez más que el énfasis de nuestro trabajo frente a la prevención debe estar en nuestros niños, adolescentes y jóvenes, especialmente frente a la errada “normalización” de consumo de drogas como cannabis que invisibiliza un tema de gran importancia: el impacto de la droga no es el mismo en adultos que en menores de 20 años.
Una omisión grave que debe ser expuesta una y otra vez para que las familias, los padres, los niños y jóvenes miren con realismo y preocupación el tremendo daño que representa el consumo de alcohol y otras drogas. Su desarrollo cerebral aún no se ha completado y se afectan funciones cerebrales en forma más definitiva que en adultos. Basta revisar los estudios avanzados que detallan cómo el cerebro del adolescente se impacta con el uso de cannabis sativa.
Precisamente esta nueva investigación nos dará la oportunidad de contar con una mirada secuencial de lo que ocurre con nuestros jóvenes desde la etapa escolar a la superior, con la esperanza de que como Estado y sociedad podamos intervenir para prevenir y abordar el consumo problemático cuando, desgraciadamente, ya está presente.
Por desgracia, ya contamos con preocupantes indicadores revelados por el Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar (2015) y el Estudio Nacional de Drogas en Población General (2016)
Las cifras de consumo de marihuana son las más altas registradas hasta ahora. El 43,7% de los alumnos reconoce haberla fumado al menos una vez en la vida, 6,5 puntos porcentuales más que el año anterior cuando alcanzó al 37,2% . Y lo que es tanto o más grave, la edad de inicio es a los 14 años
Una de las mayores alzas se detectó en los alumnos encuestados de menor edad: el consumo de esta droga en 8° básico pasó de 15,7% en 2013 a 18,9 en 2015.
En el grupo de jóvenes de 19 a 25 años se observó un nuevo aumento significativo en el consumo de marihuana, pasando de 24,0% en 2014 a 33,8%
Frente a cifras como estas y las que entregará el próximo estudio que desarrolla Senda, debemos actuar cohesionadamente los sectores público y privado para reducir esta preocupante tendencia en niños, adolescentes y jóvenes, así como sus nefastas consecuencias para su desarrollo neurológico, psíquico e intelectual.
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