Este 1 de agosto se pone en marcha la Ley Karin, que desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) consideramos como un avance en la tarea de poner límite a los hechos de violencia y acoso en el mundo del trabajo -los que afectan en su mayoría a las mujeres trabajadoras- y que es el primer paso en el proceso de implementación del Convenio 190 de la OIT que entró en vigencia en junio pasado.
Por lo mismo, creemos que es fundamental que los organismos del Estado no consideren como "tarea cumplida" la entrada en vigencia de la Ley Karin en la legislación y las medidas contra la violencia y abuso en los entornos laborales. No olvidemos que en lo que va de 2024, hay al menos cuatro casos de trabajadoras que han terminado en intento de suicidio y suicidio, cómo es el de Rocío Miranda, enfermera del Hospital de Rengo fallecida en mayo pasado.
Este escenario es el que enfrentamos, y a partir de la Ley Karin se deben establecer claras responsabilidades, tanto en el sector público como en el sector privado, para concretar las condiciones para cumplir con la ley. Y cabe recordar que esta ley es un compromiso del Estado chileno que establece con sus trabajadoras y trabajadores frente a los organismos internacionales al ser parte de la implementación del convenio 190.
Por lo mismo, es muy necesario que desde el Ejecutivo se puedan acelerar acciones que permitan asegurar el cumplimiento de esta ley. Una de ellas, y fundamental, es el fortalecimiento de la Dirección del Trabajo y la Contraloría General de la República, las que deben contar con todas las herramientas necesarias para cumplir con su rol fiscalizador del cumplimiento de la norma sin afectar las otras fiscalizaciones de estos organismos. No pretendamos desvestir un santo para vestir a otro.
Además, cabe destacar, que el fortalecimiento de la Dirección del Trabajo es parte del acuerdo que el Gobierno firmó con la CUT en junio pasado, por lo tanto, es un compromiso pendiente de cumplir.
Junto con esto, desde la Vicepresidencia de la Mujer y Equidad de Género de la CUT vemos en la Ley Karin una parte de la implementación del Convenio 190 en Chile y que a partir de ello se levanta una enorme agenda para el mundo del trabajo, que se suma a la construcción de un real Sistema Nacional de Cuidados que permita a las mujeres recuperar su integración al mundo laboral y abordar la informalidad en el empleo femenino deben estar en el horizonte de las políticas públicas en esta materia.
La Ley Karin es un paso importante con memoria y justicia para avanzar hacia un futuro sin violencia y abusos en nuestros espacios laborales. La seguridad de nuestras vidas y entornos laborales debe ser la premisa para tener buenas condiciones de trabajo. La tarea ahora es avanzar con más fuerza en la erradicación de la violencia en el mundo del trabajo y en cualquier espacio de nuestras vidas.
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