A votar

Jorge Pizarro

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Lo que se juega este domingo es el tipo de país de nuestras familias a futuro. No se trata de lo inmediato, sino del legado a los chilenos, porque gobernar es más que administrar el Estado.

Ejerciendo el derecho a voto, eres parte de las decisiones respecto al tipo de país que quieres, más allá del signo político. El voto debe ser informado respecto a qué opción es la que permite construir condiciones de vida mejor, un Estado que sea capaz de garantizar derechos básicos como salud, educación y vivienda.

Y es que al contrario de lo instalado en el colectivo, el quehacer en política tiene menos que ver con partidos o cuoteo, y  sí con el tipo y calidad de trabajo que tendrán las personas en las grandes ciudades y en los pequeños pueblos, con el acceso al agua de los agricultores, con las medidas para apoyar a los pequeños mineros o a los emprendedores.

En la política se define si vamos a usar nuestros recursos para generar riqueza o  dejar pasar el desarrollo por la vereda del frente.

Fue la política la que permitió impulsar las energías renovables, la construcción de hospitales y centros de salud.

Fue la política la que dio más opciones a las mujeres de defender sus derechos reproductivos y reforzar sus derechos como madre trabajadora.

Eso es lo que se juega este domingo. Y no votar, no interesarse, es renunciar a participar del debate acerca de cómo y hacia dónde va el país, si las cosas se están haciendo bien y sobre cómo estas decisiones afectan nuestras vidas.

Es renunciar a ser parte activa del proceso para hacer las mejoras que se requieren.

Porque si exigimos cambios, lo mínimo es ejercer el más básico de los derechos y obligaciones civiles, como lo es el sufragio.

No votar es dejar que otros decidan por mí.

No votar es ratificar lo mismo que se critica: que su voz no vale nada. Eso es lo que hay que combatir.