La otra dimensión de la transformación digital

Edgardo Frías

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Hace unos días, un grupo de 82 mujeres de Quilicura se graduaron del programa Emprendedoras Conectadas, iniciativa desarrollada por Fundación Kodea en colaboración con Google y la municipalidad de esa comuna. Ellas se suman a más de 700 gestoras de negocio que han realizado, durante tres años, cursos sobre marketing y habilidades digitales.

Hoy por hoy, la transformación digital es entendida, por pequeñas y grandes empresas, como una meta ineludible para mantenerse vigentes en el mercado y también como un camino prioritario para acelerar un sinnúmero de transformaciones que hacen más eficiente las operaciones. Al mismo tiempo, como un medio para visibilizar negocios en el universo virtual, donde deben estar quienes aspiren a mantenerse conectados con sus clientes, lograr reputación de marca e impulsar las ventas, además de realizar muchas otras acciones que otorgan escalabilidad y sustentabilidad a los proyectos comerciales.

En Chile, la fuerza laboral femenina fue ampliamente afectada por la pandemia, disminuyendo -según el INE- a 41% en el 2020. Nos encontramos en una época de enormes desafíos, por eso no podemos desperdiciar la oportunidad de llevar toda estas herramientas y sus beneficios a mujeres, muchas de ellas jefas de hogar que se han visto en la necesidad de reinventarse o levantar negocios para complementar la renta o sostener a sus familias, provocando un profundo impacto en ellas a nivel personal como en su entorno.

La relevancia de este tipo de iniciativas que ayudan a mejorar las habilidades de las emprendedoras es enorme, pues muestran el mejor rostro de la transformación digital y del poder que tiene la tecnología para ayudar a mejorar la vida de los seres humanos. Un compromiso que ha asumido la industria tecnológica a lo largo de los años, impulsando proyectos para que un mayor número de personas accedan a múltiples herramientas indispensables para prosperar en el mundo actual.

De esta manera, abrir la senda para que cientos de emprendedoras se digitalicen contribuye a potenciar un ecosistema económico virtuoso, dónde el empuje del talento femenino se vuelve un referente y motor de cambio, toda vez que ello conlleva la anhelada recuperación económica de familias enteras, el país y la región.