La receta de la ingeniería está en las personas

Loreto Valenzuela

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La última Encuesta de Gasto y Personal en I+D, publicada por el Ministerio de Ciencia, refleja que Chile gastó en 2020 un total de $674.713 millones en este ítem -equivalente al 0,34% del PIB-, ubicándose en las últimas posiciones de un ranking compuesto por 34 países, que está encabezado por Israel, país donde se invierte un poco más del 5% del producto interno.

Los datos no buscan abrir un debate en torno al gasto en innovación, al contrario, apuestan por abordar nuestra capacidad y creatividad como país de hacer frente a los desafíos que exhibe esta realidad, considerando que la innovación involucra transversalmente a todos los sectores y a las actividades que realizamos a diario.

Si bien la innovación es un proceso continuo, que debe ir acompañado de incentivos para fortalecer el emprendimiento, la verdadera receta está en las personas, en el talento y capital humano que hay en el país. El verdadero impulso de la innovación debe provenir de un cambio cultural, que debemos promover a temprana edad y durante el período de formación de estudiantes.

Para aportar al cambio cultural que requiere Chile y que reformule la manera en que entendemos el proceso de innovar, en Ingeniería UC hemos avanzado decididamente en los últimos años en distintos proyectos que impulsen la cultura de la innovación y el emprendimiento en el país. El apoyo obtenido a través de Ingeniería 2030 de Corfo ha sido fundamental en esta propuesta de mostrar todo el talento mundial que hay en las iniciativas en que estamos poniendo el foco.

En este desafío, esperamos acortar la distancia respecto a los países desarrollados, que nos llevan una gran ventaja, para que pueda brillar realmente todo el talento que hay en el país. Este proyecto crea además valor compartido, porque se enfoca en componentes que creemos imprescindibles para el desarrollo de Chile, como la salud, la sustentabilidad, la información y el desarrollo tecnológico para la ciencia.

A estas expresiones que vinculan el quehacer de la ingeniería de forma mucho más efectiva con la sociedad, también es importante sumar más programas que promueven el talento creativo de niños, niñas y adolescentes en áreas STEM, con énfasis en la equidad de género y la interdisciplina, como el de Preingeniería UC que está fomentando desde temprana edad el interés por las disciplinas científicas y tecnológicas.

Asimismo, es imprescindible incorporar a más mujeres en la carrera académica. Hace tres décadas, las profesoras de Ingeniería eran contadas con los dedos de una mano, porque se les mostraba un modelo de sacrificio de sus vidas por ejercer una profesión.

En este sentido, tras conmemorar este mes el Día de la Ingeniería, nuestra invitación es a continuar ayudando a crear una nueva economía chilena basada en una clara ventaja innovadora y sostenible, por medio de nuestra gente y del don natural con el que cuenta Chile para avanzar en el conocimiento y la creación de valor mundial.