Ciudad a escala humana

Alberto Pizarro

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Equidad e integración son palabras que se escuchan cada vez con más fuerza. Para quienes trabajamos por cumplir de la mejor manera con la política pública urbano habitacional no son sólo conceptos, son nuestros principales objetivos.

¿Cómo plasmar esas características? ¿Cómo se construye una ciudad que sea grata de habitar para todos sus integrantes? Es ahí donde el urbanismo cumple un rol clave. Y qué mejor oportunidad para relevar su rol fundamental que el día en que se celebra mundialmente, porque los objetivos planteados en 1949, siguen siendo plenamente vigentes.

Concientizar sobre la importancia de habitar espacios con ambientes sanos, amigables y con áreas verdes.

Quienes trabajamos desde lo público tenemos la obligación de hacerlo bajo esa premisa, ya que la calidad de vida de cada uno de los habitantes de la ciudad debe ser entonces un gran objetivo común. Pero esto no siempre se logra, puesto que la tarea de aunar esfuerzos a veces resulta compleja.

En medio de esta reflexión, resulta imposible no recordar lo sucedido con el proyecto Flor del Valle de Maipú- impulsado por Serviu Metropolitano y Techo- creado para entregar una solución habitacional definitiva para 104 familias provenientes de campamentos de la misma comuna.

La presión de un grupo de vecinos aledaños al terreno donde se levantarían las viviendas, sumado a su rechazo en el Concejo Municipal son una clara demostración de que no todos queremos avanzar en materia de integración social. La discriminación y estigmatización de la que fueron víctimas esas familias de campamentos, es la que debemos desterrar en pos de proteger el derecho que todos tenemos de vivir en el lugar de origen, compartiendo y conviviendo con familias de distintos grupos socioeconómicos, porque sólo así construiremos barrios integrados y una ciudad más justa.

En esa senda, desde Serviu Metropolitano, estamos desarrollando un cambio trascendental en la forma de plasmar la política urbano habitacional definida por el ministerio de Vivienda y Urbanismo. El desarrollo de siete Planes Maestros Urbano Habitacionales en la Región Metropolitana  es un aporte a la convicción total de que ese objetivo planteado en 1949 es el que debemos perseguir, generando proyectos integrados en los que convivan familias de menores ingresos con otras de sectores medios, a quienes hemos ampliado nuestra oferta de subsidios para que mejoren su calidad de vida.

Estos Planes Maestros son una herramienta de gestión y de diseño urbano en el que se busca plasmar conceptos como la integración social -valor esencial de equidad  urbana-, en terrenos bien localizados en la ciudad, con vialidad estructurante, equipamiento, áreas verdes, etc.

Sin duda que nada de esto sería posible sin contemplar la participación de las familias que habitarán esos futuros barrios. Ellas han sido quienes han definido los atributos de sus proyectos en las etapas de definición de la macroinfraestructura, ya que, en conjunto, hemos definido al espacio púbico como el gran articulador territorial y social de esa nueva porción de ciudad por construir.

Esta manera de pensar, diseñar y plasmar la ciudad ya es una realidad. En los próximos mesesse iniciarán las obras de estos siete megaproyectos que beneficiarán a 5.681 familias en más de 86 hectáreas ubicadas en Cerro Navia, Quilicura, Peñalolén, La Pintana, San Bernardo, Colina y Estación Central.

Y al igual que en el caso de estas familias, también seguiremos dando la pelea por otras miles de la RM que aún no concretan su aspiración de acceder a una vivienda propia, con especial énfasis en los más necesitados, como las familias del proyecto Flor del Valle que próximamente verán cómo se inician las obras de sus casas.

En Serviu Metropolitano tenemos la firme convicción de trabajar para que todos sus habitantes, sin distinción alguna, convivan y compartan un mismo territorio para que todos contribuyamos a construir una ciudad más justa e integrada.