La danza del litio baila con la música equivocada

Manuel Viera

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El Estado de Chile mantiene un monopolio con los hidrocarburos y las restricciones del litio que impiden un mayor desarrollo y crecimiento de la minería chilena, sobre todo ahora que el mundo necesita más minerales estratégicos como el cobre y el litio para enfrentar el cambio climático. Al parecer, la era de los hidrocarburos ya pasó y el país debe mirar las energías renovables como un bien superior de la humanidad y de carácter estratégico para Chile.

Ya es el momento de eliminar las restricciones que el Estado impone para el litio, y derogar los artículos perversos 7, 8 y 9 del Código de Minería, para explotar y comercializar el litio en los mejores salares del mundo que están en Chile. Pero, ¿cómo hacerle entender al mundo político? Ese es el desafío.

¿Qué tan importante es el litio para Chile? Veamos con ejemplos: Los salares de Atacama y Maricunga indican reservas de 10.879.000 toneladas de litio, a las cuales se agregan recursos por 3.335.100 toneladas de litio, identificados en 9 salares andinos y preandinos adicionales (Rojas Cabello et all).

El Salar de Atacama es el mayor yacimiento de salmuera de litio del mundo y de allí proviene la totalidad de la producción de litio del país. Tiene una concentración promedio de 0,14% (o 1.400 ppm) de litio equivalente, o alrededor de 1.680 mg/l con una densidad de la salmuera de 1,2 g/cc (Osses, 2019)

Según el Banco Central de Chile, el litio representó 8,2% de las exportaciones totales en 2022. De acuerdo a datos del Mineral Commodity Summaries 2021 del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), Chile se posiciona como número 1 en reservas en el mundo, con el 41%; seguido de Australia (25,4%), Argentina (9,8%) y China (6,7%).

Entre 2013 y 2021, las exportaciones de carbonatos representaron 0,8% promedio de las exportaciones. Esta cifra subió a 8,2% en 2022, destacando las potencias asiáticas (China, Corea del Sur y Japón) como los principales destinos. El litio representó 3,4% del PIB al 2022 de acuerdo al BCCH.

La firma del acuerdo entre Codelco y SQM, para establecer una empresa conjunta y explotar los recursos y reservas del más atractivo y disputado salar del mundo, el de Atacama, considera tener una duración de 35 años a contar de 2025. Dentro de los análisis y reflexiones si este acuerdo es o no importante para el país, debemos identificar varios aspectos que destacar:

1. Ante el escenario de no hacer nada durante décadas, cualquier acuerdo de una mayor producción es buena; sin embargo, persiste la duda si es la alternativa óptima para el país, y trasparente
2. Chile debe correr para aumentar su producción, dada la gran cantidad de alternativas de reemplazo que tiene el litio, como baterías de iones de sodio, níquel-cobalto, baterías de sílice, baterías de sodio azufre, baterías de níquel cadmio, baterías de CO2, baterías de estado sólido, celdas de hidrogeno, y los más eficientes, los súper condensadores de grafeno. Estamos atrasados y sin un rumbo claro, mientras países competidores marchan a 100 km por hora, el país aún está en inercia mirando el cielo, pregonando que tenemos el mejor litio del mundo, de allí el título de este artículo, "La danza del litio baila con música equivocada"
3. Hay riesgos inherentes en este acuerdo a partir del segundo periodo, desde 2031 a 2060, como por ejemplo la obtención de los permisos correspondientes. Se viene la consulta indígena, el proyecto de factibilidad que dependerá del precio del litio en esa fecha, el due diligence independiente para auditar la parte técnica, legal, ambiental. También es importante considerar los aportes de la sociedad en relación con los activos, contratos y autorizaciones de las distintas autoridades que deben estar al tanto del proyecto
4. Habrá incertidumbre al 2031 por el tipo de administración que se aplique con el futuro controlador de la sociedad, cuyos costos podrían aumentar exponencialmente con esa filosofía de trabajo
5. Si estas grandes reservas de litio estuvieran en otros países, como Canadá, USA o Australia, ya estarían en explotación de manera acelerada; pero están en Chile, con una burocracia y permisología alarmante, y no se explica por qué no se derogan los artículos 7,8 y 9 del Código de Minería, para liberar al litio como prisionero
6. Es un deber explotar el litio respetando la biodiversidad, pero con mayor valor, es decir, instalando fábricas para que así se genere mayores divisas y mayor empleo

En resumen, si imaginamos la danza de "El Lago de los Cisnes", donde el lago representa nuestro Salar de Atacama y los bailarines son todos los actores que hacen posible esta magnífica obra, en el caso del litio, a estos bailarines les falta entrenamiento, capacitación y decisiones estatales adecuadas para que la música no esté equivocada.

Propongo declarar al cobre y al litio como minerales de seguridad nacional, y así poder explotarlo mejor, teniendo presente el bien común de todo Chile. "Cuando las prioridades están claras, las decisiones se hacen fáciles".