Brexit, la impuntualidad inglesa

Antonio Ruiz

Ultimos publicados:

• Brexit, la impuntualidad inglesa
• La derrota moral de Evo

No hay nada más incómodo que tener en casa, una visita que repite a cada rato que ya se va, pero no lo hace. Luego del referéndum, donde votó a favor de retirarse de la Unión Europea, el Reino Unido lleva tres años y medio haciendo las maletas. A estas alturas, los 27 países miembros, ya miran inquietos la puerta para decirle adiós.  

Un antiguo y sencillo dicho, sirve para entender en qué capítulo va la serie de no ficción que conocemos como Brexit. “Hay apurados que alojan”, dicen en el campo para describir la actitud de los huéspedes incómodos. Esos que aseguran que sólo pasaron a saludar, pero luego se sientan a la mesa, y entre tanta conversación se les hace tarde para regresar a casa. Llegaron diciendo que se tenían que ir, y al final se quedaron a alojar. 

El Reino Unido votó a favor de abandonar la Unión Europea (51,9%), el 23 de junio del 2016. Más allá de la crisis interna que esto significó, los países de esta organización supranacional esperaban que su salida definitiva se concretara el 29 de marzo del 2019. Pero fueron los propios ingleses, quienes fueron pidiendo más días, luego meses, y ahora casi un año de alojamiento extra.

Y es que tampoco se fueron el 12 de abril de 2019. Pidieron a sus “socios” una segunda prórroga, concedida hasta el 31 de octubre. Este último plazo tampoco se cumplió. La tercera solicitud, ya con Boris Johnson a la cabeza, despertó la impaciencia de Francia, contraria en principio a seguir estirando los plazos.

A sus 93 años la Reina Isabel II, tuvo que firmar estos días la ley que confirma la salida definitiva del Reino Unido el próximo 31 de enero. Aún así, comienza ahora un período de transición, que se puede prolongar hasta diciembre de este año. Los ingleses han perdido la puntualidad que los caracteriza, y en Bruselas la paciencia. A ver si con las obras de restauración del famoso Big Ben, se ajustan mejor los tiempos en Londres.