Fundación Mujer 2.0: apoyando el cambio a madres postergadas

Esteban Torres

Ultimos publicados:

• Embelleciendo el cuidado propio: la importancia de la estética en las rutinas de autocuidado
• Amor propio sin presiones
• Cirugía plástica: el trabajo del equipo es clave en los resultados

Qué duda cabe sobre la importancia de la imagen propia para las personas. El sentirnos contentos, a gusto y en armonía con nuestro cuerpo es clave al momento de poder llevar una vida tranquila y en equilibrio.

Sin embargo, la pandemia provocó que las personas empezaran a notar más aquellos aspectos que no les acomodaban o descubrir nuevas zonas donde antes no habían prestado atención.

Sin ir más lejos, un estudio desarrollado por el profesor de psicología social Viren Swami y publicado en la revista "Personality and Individual Differences" determinó que el estrés y ansiedad asociado a la pandemia por coronavirus tiene vinculación directa con la percepción de una imagen personal negativa.

Junto con un grupo de destacados profesionales de la salud hemos desarrollado hace algunos años la Fundación Mujer 2.0, que tiene como principal objetivo cambiar vidas y encaminar a las mujeres a la plenitud y el amor propio.

Cada año, son postuladas más de 5.000 mujeres por parte de familias y amigos que buscan dar un reconocimiento en vida a la abnegada labor que realizan por los suyos. En la fundación hemos beneficiado alrededor de tres a cuatro mujeres anualmente.

Más de una veintena de ellas se ha visto cambiar su vida radicalmente y reencontrarse con ellas mismas de una forma positiva, con completa atención médica y seguimiento a fin de mantener los resultados.

Para poder formar parte de este programa las mujeres deben mayores de 18 años, que sean o hayan sido madres, con una historia de entrega y postergación personal por los suyos, además de contar con salud mental y física compatible con el beneficio postulado y condiciones que le permitan cumplir con los requisitos específicos.

De esta manera, nosotros como Fundación Mujer 2.0 colaboramos con una beca de entre 40% y 90% para poder generar esa cirugía reconstructiva que le devuelva a esa mujer la plenitud, que realmente pueda sentirse y verse como quiere.

Mi mayor satisfacción -y la del equipo con el que trabajo- es cuando una mujer nos da las gracias por haberlas ayudado en el cambio que tanto querían de forma profesional y con profunda gratitud por poder empezar una nueva etapa en sus vidas.