Finaliza junio y con ello la celebración del Mes del Buen Trato a las Personas Mayores, donde, precisamente el 15 se conmemoró el Día de la Toma de Conciencia contra el Abuso, Maltrato y Abandono en la Vejez. Según el Senama, con maltrato nos referimos a "cualquier acción u omisión que produce daño y que vulnera el respeto a su dignidad y el ejercicio de sus derechos como persona" pero, lamentablemente no solo no se ha avanzado en subsanar, sino que, por el contrario, se han abierto una serie de vulneraciones.
Los maltratos se tipifican en cuatro categorías: físico, psicológico, abuso sexual y abuso patrimonial, y cada uno de ellos se hace visible diariamente a través de los medios de comunicación.
El psicológico puede ser el más habitual y enraizado en nuestra sociedad, y se refiere no solo a insultos y agresiones verbales. Aquí también caben las amenazas de aislamiento, abandono o institucionalización, la infantilización, ridiculización, silencios ofensivos, no respetar sus creencias, rechazar sus deseos y la falta de respuesta a sus consultas en forma intencionada. La frase tan típica en redes sociales "éntrese señora" como respuesta a una mujer mayor, no es más que el reflejo de un trato habitual y jocoso marcadamente edadista.
Pero hay una menos obvia y que es tan fácil de practicar: la escucha. Prestar atención a sus necesidades, inquietudes y opiniones es también parte de la demostración de un cuidado integral donde fomentamos la cercanía y el encuentro intergeneracional.
En este sentido, desde Conecta Mayor UC hemos querido dar un paso invitando a distintos municipios del país a organizar Consejos Mayores con el objetivo de convocar a sus vecinas y vecinas que han sido reconocidos dentro de la iniciativa 100 Líderes Mayores. La ciudad de Temuco fue la última en sumarse y ya son diez en todo el país. Esperamos que este ejercicio de escucha se replique no solo en otras comunas, sino que también en diversos espacios de la cotidianidad.
Cuando Cadem nos cuenta que más de la mitad de las personas mayores encuestadas considera que ninguna institución se preocupa por ellos, urge comenzar por prestar atención y oír, también, con el corazón. De esta manera se sentirán respetados y apoyados, fortaleciendo el vínculo para que se sientan contenidos y acompañados.
En un año de elecciones tendremos a la mayoría de los candidatos en terreno y con actividades con personas mayores, un grupo etario comprometido con la democracia y que muy entusiastamente ejerce su derecho a voto. Suele ocurrir, sin embargo, que sus demandas se ven pobremente reflejadas en los programas, quedando remitidas a un par de párrafos que más bien rescatan parte del imaginario colectivo que tenemos sobre los 60+.
¿Mejora de las pensiones?. Por supuesto. ¿Facilitar el acceso a la salud? Claro que sí. Pero los chilenos y chilenas mayores esperan más. ¿Qué más? Los invito a descubrirlo escuchando a un familiar, vecino o compañero de trabajo mayor. Se van a sorprender cuando oigan que sus sueños pueden ser muy parecidos a los tuyos.
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