Respuestas al desafío de la seguridad alimentaria en Chile

Francisca Gallegos Jara

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El Ministerio de Desarrollo Social y Familia inició el trabajo en terreno de la Encuesta Casen 2024, cuyo objetivo es poder obtener información actualizada situación socioeconómica de las personas que viven en Chile y, así, poder estimar la pobreza por ingresos y pobreza multidimensional, además de evaluar la desigualdad en la distribución de ingresos en el país, indicadores fundamentales para el desarrollo de políticas públicas que contribuyan a un país que cuida y protege a todas las personas. Justamente una de las caras de la pobreza multidimensional se relaciona con lo que llamamos inseguridad alimentaria.

Según datos de la Encuesta Casen 2022, el 18,9% de los hogares de Chile presentan inseguridad alimentaria moderada, es decir, no pueden acceder a algunos alimentos o la calidad y la variedad de estos se ve disminuida. En estos casos, las familias recurren a alimentos más baratos y de menor calidad, lo cual redunda en una dieta menos variada y nutritiva. Los datos también muestran que esta realidad afecta mayormente a los hogares encabezados por mujeres.

Reconociendo esta situación y la importancia de garantizar el derecho a la alimentación a través de políticas públicas efectivas, desde el año 2008 la Subsecretaría de Servicios Sociales ha acompañado a más de 60 mil familias en situación de pobreza y extrema pobreza a través del Programa de Apoyo a la Seguridad Alimentaria, que fomenta la producción de alimentos para su propio consumo.

Actualmente, el programa se ejecuta en alrededor de 200 municipios del país, a partir de la implementación de proyectos de producción de alimentos como invernaderos y cajones escala para el cultivo de diversas hortalizas; entrega de semillas; gallineros; plantación de árboles frutales; hornos de barros; implementación de sistemas de riego; entre otras iniciativas con pertinencia local. A esto, se suman talleres sobre producción de alimentos y alimentación saludable.

Al analizar los impactos de este programa, podemos destacar que 90% de las familias que participan de él logra incorporar en su alimentación los productos derivados de la implementación de las tecnologías antes mencionadas, aumentando la variedad y calidad de su alimentación, reduciendo su inseguridad alimentaria.

A este esfuerzo se suman otros más recientes, desarrollados desde el Gobierno en esta materia. Uno de ellos, iniciada en 2022, es el de los Ecomercados Solidarios de Fosis, bancos públicos de alimentos que entregan, semanalmente, entre cuatro y siete kilos de alimento a familias priorizadas por los municipios, con un especial foco en familias que ejercen cuidados, personas mayores y con discapacidad. Hasta la fecha, se han entregado más de 200.000 kilos de alimentos, alcanzando una cobertura de más de 20.000 personas.

Otra iniciativa complementaria es la de los Microbancos, impulsados por Elige Vivir Sano, como una iniciativa colaborativa que moviliza a la sociedad civil y las organizaciones sociales para recuperar alimentos frescos y saludables desde ferias libres y mercados locales, los cuales son entregados a ollas comunes, comedores solidarios y juntas de vecinos. Así, hemos entregado más de 1 millón 300 mil raciones de frutas y verduras.

Iniciativas como las descritas contribuyen al cumplimiento de un deber jurídico, pero también ético contenido en el artículo 25 del Pacto Internacional por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, firmado y ratificado por Chile, y que establece que todas las personas tienen derecho a un nivel de vida adecuado que asegure, entre otros aspectos, su alimentación. Sabemos que este es un desafío constante y que va adquiriendo nuevas dimensiones, por lo que como Gobierno de Chile seguimos comprometidos con garantizar la seguridad alimentaria de todas las familias del país a través de políticas públicas basadas en evidencia.