Simce: Algunos medios llenos, muchos medio vacíos

Hugo Lavados

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Los resultados conocidos de las pruebas Simce muestran un panorama no diferente al esperado, con algunos puntajes con cambio positivo, pero muchos con resultados que indican niveles muy negativos, reiterando las mediciones de la OECD y ediciones anteriores de este mismo test.

Lo positivo es el mejor resultado de los niños de 4° Básico, comparando lo evaluado anteriormente. En cambio, en 6° Básico y II Medio retrocedieron, con puntajes francamente deplorables, con efectos para toda la vida, si no se corrigen, lo que es difícil.

Y esto no puede atribuirse a un gobierno. Somos todos, incluyendo a las universidades, los profesores, los mecanismos de gobernanza y los estímulos e incentivos del sistema escolar, las prioridades presupuestarias y legislativas, el aporte de los gremios empresariales, etc. etc. los que hemos fallado.

Más grave aún, el analfabetismo funcional entre los adultos, sobre todo los de mayor edad, es enorme. Decimos que la tasa de alfabetización es el 98% en la población mayor de 15 años, pero casi uno de cada dos presenta analfabetismo funcional: Solo comprenden frases, instrucciones o textos muy simples. El problema no es nuevo, y está en la raíz de nuestras dificultades para elevar la productividad.

Lo hemos dicho hasta la saciedad, pero practicado muy poco: Hacer de la comprensión de lectura y del manejo matemático uno o más proyectos que convoquen a todo el país. Mucho del futuro de esos niños y jóvenes está en juego. Cuando se debate sobre las calificaciones requeridas por tecnologías en cambio acelerado, por el impacto de la inteligencia artificial (IA), no puede ser que en las escuelas chilenas muchísimos estudiantes no aprenden a leer.

Los resultados podrían ser comentados en clave politiquera: Algunos destacando las mejoras, otros resaltando lo negativo; sería una pequeñez moral, visto los efectos en la trayectoria vital, en casi todos los planos, de no saber leer.