La normalidad de las diferencias: Un llamado al diálogo y la responsabilidad
La solicitud de prórroga para la entrega de propuestas de la Comisión de la Paz y el Entendimiento que aborda el conflicto indígena en la Macrozona Sur es un reflejo de la complejidad inherente al tema. Este conflicto, que abarca no solo tensiones históricas y demandas legítimas, sino también posturas extremas, deja en evidencia que las diferencias son una parte inevitable, y diría que saludable, de este proceso. Preocuparía más si no hubiesen existido posturas opuestas, porque eso indicaría una falta de profundidad en las discusiones y en la representación de los distintos intereses involucrados.
Las diferencias, lejos de ser un obstáculo, son el motor de este diálogo. La comisión tiene como propósito central generar un espacio donde estas posturas puedan encontrarse, debatirse y, en lo posible, llegar a acuerdos viables. Sin ese proceso de negociación, difícilmente podríamos entregar al presidente una propuesta seria, responsable y sostenible.
Es crucial entender que las posturas extremas, que han sido visibles en ciertos sectores, complejizan aún más la posibilidad de llegar a acuerdos. Sin embargo, estas posiciones también nos recuerdan la necesidad de un llamado interno y compartido: Priorizar el diálogo y buscar soluciones viables y efectivas. La meta no puede ser otra que entregar una propuesta que permita avanzar hacia la paz y la seguridad en la Macrozona Sur y en las cuatro regiones afectadas, devolviendo así tranquilidad a quienes han vivido en medio de la violencia y los conflictos durante demasiado tiempo.
Propongo que enfoquemos nuestras energías en un acuerdo que no solo sea por las comunidades indígenas, sino también por Chile y por la región. Este es un desafío de todos, y el camino, aunque difícil, pasa por aceptar que las diferencias no son una barrera, sino el corazón mismo del trabajo que debemos realizar en esta comisión. Solo a través del diálogo responsable y el reconocimiento mutuo podremos construir un futuro más justo y seguro para todos.
Hagamos de estas diferencias una oportunidad, no una excusa. Busquemos un verdadero acuerdo por Chile.
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