Crisis financiera en los hospitales: Resolver lo urgente y abordar lo importante
Coescrita con Gael Yeomans, diputada del Frente Amplio y miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja
La actual crisis de presupuesto en Salud es un pie forzado que nos pone en la necesidad urgente de abordar el financiamiento para la continuidad del servicio de los hospitales públicos, al tiempo que se abordan los problemas derivados de los mecanismos históricos de asignación y ejecución del presupuesto en esta área.
Es conocida la difícil situación financiera de varios hospitales públicos que, por el agotamiento anticipado del presupuesto 2024, ven amenazada la continuidad de sus operaciones. Si bien esa situación crítica se explica por factores asociados a la mayor producción obtenida durante el 2024, el aumento en la complejidad de los casos atendidos y la incorporación de mayores tecnologías, además de la inflación y el efecto del aumento del sueldo mínimo que determinan mayores costos de producción y en servicios básicos como alimentación, aseo y seguridad.
También es cierto que existen márgenes que permiten regular de forma más eficiente prácticas que generan ineficiencias como la compra directa de servicios por los hospitales y poner mejores incentivos para mejorar la productividad de la red. En este sentido, ya en la ley de Presupuesto 2024 se incorporaron medidas exitosas, como la intermediación por la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast) para medicamentos esenciales, que ha superado las metas exigidas y que pueden servir de referencia.
No es admisible, ante esta crisis, abordar ambos aspectos de forma dicotómica. Ante el aumento de cotizantes en Fonasa (casi un millón de nuevos cotizantes desde 2022 a la fecha, llegando a cubrir 82% de la población) y la situación de las listas de espera en los hospitales, es claro que debemos encontrar una vía de solución que aborde tanto lo urgente, relacionado a la continuidad del servicio, como lo importante, para no encontrarnos en una situación similar en el futuro.
Por este motivo, es necesario consensuar en la tramitación de la ley de Presupuesto del próximo año medidas orientadas a una mayor eficiencia financiera, reforzando las estrategias de monitoreo y control de la gestión que implementan coordinadamente los ministerios de Hacienda y Salud, que habiliten inyectar nuevos recursos para el cierre del año en curso y, en lo posterior, recursos suficientes para el sector Salud.
Ante el nivel de la urgencia actual, es necesario aunar voluntades en todo el arco político para abordar con una mirada de Estado este problema de financiamiento del sector salud y sus desafíos que impactan de forma muy sensible en la población.
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