Avancemos hacia un Chile sin pobreza

Días atrás, la Comisión Asesora para la actualización de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) entregó al Presidente su informe con recomendaciones. Un hito clave para hacernos cargo de los cambios que ha experimentado nuestra sociedad en las últimas décadas, los que han transformado la vivencia de la pobreza.

La noticia de fondo más relevante es que, con los cambios propuestos, la pobreza por ingresos observada en el año 2022 pasa de 6,5% a 22,3%. Un incremento significativo que se traduce en que más de 4,4 millones de personas viven hoy en Chile en situación de pobreza. Es probable que este aumento genere distintas interpretaciones y debates. Por eso, es importante comprender su origen.

Junto a la sofisticación de la metodología para capturar el aumento de los precios de arriendo y el uso de una nueva Canasta Saludable de Alimentos, el aumento en la pobreza se explica principalmente por la eliminación del uso del "arriendo imputado". Este es un monto simbólico que se atribuye a una familia dueña de su casa, la que "ahorra" al no tener que pagar arriendo para vivir en su barrio. Dada la fuerte alza en el precio de las propiedades, este valor ha distorsionado la medición de la pobreza a tal punto, que cerca de 30 mil hogares no calificaron como pobres, a pesar de no contar con ningún ingreso por este concepto.

Ese es el caso de Carlos, un adulto mayor que vive solo en un barrio marginal del norte de Iquique, dueño de su casa, y que, producto de un accidente cardiovascular (ACV), está con movilidad reducida y vive con una pensión que para poco le alcanza. Es importante no reducir el análisis a este cambio. Como señaló la ministra de Desarrollo Social y Familia, Camila Toro, debemos ser más exigentes si queremos que millones de personas avancen en su bienestar.

La Comisión Presidencial propuso una serie de ajustes relevantes. Avanzar desde una medición centrada en el acceso a servicios y recursos hacia la medición de carencias en cada dimensión de la pobreza multidimensional. Incorporar la medición de "vulnerabilidad" para identificar aquellos hogares con alta probabilidad de caer en situación de pobreza ante eventos fortuitos, como enfermedades repentinas, crisis económicas o desastres naturales. Y, tomando en consideración una propuesta del Hogar de Cristo, considerar la "pobreza severa" como alternativa a la "pobreza extrema", identificando así a los hogares más excluidos, porque están simultáneamente en situación de pobreza monetaria y de pobreza multidimensional.

Los cambios propuestos transforman el panorama de la pobreza que conocíamos, pero, sin duda, son un paso adelante, ya que reflejan de mejor manera la realidad que vemos día a día en nuestro trabajo a lo largo del país.

Esperamos que el presidente y las autoridades respectivas consideren estas propuestas, de manera que cuando conozcamos los resultados de la Casen 2024, tengamos una mejor fotografía de la realidad país, que permita visibilizar a la pobreza como un problema estructural y relevante para nuestro desarrollo y cohesión social.

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