Aspectos claves que no considera Plan Maestro del aeropuerto

Jorge Caro

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El progresivo e importante crecimiento del tráfico aéreo en nuestro país durante las últimas décadas, exige una infraestructura y recursos (humanos y financieros) también optimizados para hacer frente adecuadamente al desafío que nos impone este aumento que, para este año se proyecta en alrededor de 27,5 millones de pasajeros, mientras que para 2020 el número de viajeros en avión podría alcanzar a los 30 millones. Y esto, obviamente se replica en un importante aumento de aeronaves en operación.

Por ello, es clave que el Plan Maestro del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez aborde todas las aristas que permitan mejorar lo que hoy tenemos y se consideren las opiniones de todos los actores involucrados en las operaciones, entre ellos los controladores de tránsito aéreo. En nuestros hombros recae la responsabilidad de proveer la separación entre aeronaves en el aire; entre aeronaves y vehículos en los aeropuertos, velando además por un tránsito fluido y expedito, garantizando la seguridad de las operaciones aéreas.

Lamentablemente hasta la fecha no se nos ha llamado a participar para aportar desde nuestra experiencia para enriquecer este Plan Maestro y optimizar las operaciones futuras. Sólo se nos ha ido informando de lo que esta iniciativa contempla.

En este escenario y en nuestro permanente afán de aportar en pro de la seguridad aérea y eficiencia aeronáutica, a través de este espacio intentaremos hacer llegar hoy nuestra opinión y aporte a este plan de desarrollo para uno de los terminales aéreos más importantes del país.

Primero, lamentamos que este Plan Maestro siga considerando - incluso al 2045 - las mismas dos pistas que existen actualmente, lo que obviamente representará ineficiencia y demoras en un escenario de alta demanda de aeronaves.

En segundo lugar, un tema aún más preocupante. De acuerdo con lo que se nos ha informado, no se ha considerado la construcción de nuevas calles para que los aviones puedan entrar y salir de las dos pistas.

Si hoy esto ya representa un problema, es fácil imaginar lo que representará a futuro para el movimiento de los aviones, en sus salidas e ingresos, mayor congestión en tierra y en el aire.

Como ente técnico, el Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo tiene la obligación de plantear a la autoridad y a quienes están desarrollando el proyecto que consideren estos aspectos y destinen recursos para abordarlos a tiempo.

Valoramos que estén avanzando en obras que claramente asumen el desarrollo que el país enfrenta desde hace cuatro décadas en la aeronáutica comercial.

Por lo mismo, en virtud de nuestra misión y responsabilidad, tenemos la obligación de plantear que este Plan Maestro no está considerando los factores que hoy impiden tener más aviones en pista y peor aún, no lo están considerando, pensando en el 2010 o 2045 cuando claramente todo el desarrollo proyectado indica que vamos a tener más aviones en operaciones. Necesitamos sacar más rendimiento a las pistas y eso no está considerado.

Un mejor rendimiento implica necesariamente la construcción de nuevas calles que permitan que las aeronaves estén menos tiempo en pista. Si eso ocurre, los controladores aéreos podremos tener más aviones en operación de aterrizaje, aumentando el flujo y disminuyendo tiempos de espera.

Una tercera observación, y no menor, es que no se ha considerado adecuadamente el movimiento de aeronaves en tierra.

No solo van a faltar calles de rodaje para que salgan los aviones de la pista, sino además para que se muevan dentro de las distintas áreas del aeropuerto. Esto también implica costo país.

Por ejemplo, si tenemos 40 aviones que van a andar 20 minutos más cada día, ese ahorro en combustible se puede convertir en inversión para construir más calles de rodaje y en 5 años ya las tendremos pagadas.

Esperamos que nuestra preocupación y observaciones sean consideradas por la autoridad y quienes están desarrollando este Plan Maestro, en la perspectiva de que a través de nuestra experiencia y funciones podemos aportar para enriquecer un proyecto que valoramos pero que, creemos que es perfectible y en el que todos quienes formamos parte del quehacer aeronáutico estamos llamados a contribuir.