Trabajo infantil

Esta semana conmemoramos el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, una problemática históricamente invisibilizada, compleja, multicausal y emergente, asociada a situaciones de pobreza, vulnerabilidad y exclusión social. Según las estimaciones del ministerio del Trabajo y Previsión Social, en Chile existen aproximadamente 219.000 niños, niñas y adolescentes que están en situación de trabajo infantil entre los 5 y 17 años de edad.

Como Iglesia de Santiago, tenemos un compromiso con la erradicación progresiva del trabajo infantil. Desde la Vicaría de Pastoral Social Caritas hemos acompañado, por más de 20 años, a más de 10.000 niños y niñas, acogiéndolos en su realidad, contribuyendo a sus proyectos de vida, aumentando la escolarización e involucrando a las familias, escuelas y redes de apoyo.

Consideramos necesario articular los esfuerzos públicos, privados y de la sociedad civil, para avanzar en estrategias que no sólo promuevan la escolarización como solución a este problema, sino que se aborde una de sus principales causas como es la precariedad del trabajo adulto.

Por ello, hoy estamos desarrollando un proyecto piloto junto al ministerio del Trabajo y Previsión Social, que apunta a mejorar la empleabilidad de los adultos significativos, familiares de niños, niñas y adolescentes trabajadores, favoreciendo el desarrollo de habilidades blandas y técnicas, así como su inserción laboral.

Creemos que cuando los adultos cuentan con una fuente de trabajo decente y estable se evita que niños y niñas se vean en la obligación de contribuir al sustento del hogar.  

Asimismo, vemos con esperanza la Estrategia Nacional de Prevención y Erradicación progresiva del Trabajo Infantil y Adolescente lanzada por el ministerio del Trabajo y Previsión Social y la Organización Internacional del Trabajo.

Como Iglesia Católica rechazamos el trabajo infantil y renovamos nuestro compromiso a seguir acompañando a familias de niños, niñas y adolescentes trabajadores.

Basados en la enseñanza de Jesús y en la tradición social de la Iglesia, invitamos a otras instituciones a sumarse a esta tarea.

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