El derecho a la alimentación exige avanzar en seguridad alimentaria

Esteban Valenzuela Van Treek

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^{Coescrita con Andrea García, directora nacional de Odepa}

Sabemos que nuestro desarrollo económico depende de mercados globales dinámicos y abiertos. Somos una potencia alimentaria para el mundo. Queremos mantener y mejorar este camino de desarrollo, pero ese liderazgo debe ir de la mano con el compromiso de avanzar decididamente hacia el fortalecimiento de la soberanía para la seguridad alimentaria.

Desde el Ministerio de Agricultura creemos firmemente que el derecho a la alimentación debe estar en el centro de las decisiones públicas. No se trata solo de producir alimentos, sino de asegurar que lleguen a quienes los necesitan, en calidad y cantidad suficientes, de manera sostenible y continua en el tiempo. Productores (as), pescadores (as) y campesinos (as) sostienen este derecho desde los territorios.

La seguridad alimentaria exige trabajo colaborativo. Por eso hemos impulsado una Estrategia Nacional de Soberanía para la Seguridad Alimentaria con una mirada intersectorial y participativa, que involucra a instituciones públicas, gobiernos locales, organizaciones sociales y gremios. Gracias a este esfuerzo conjunto, Chile está hoy mejor preparado para enfrentar los desafíos del sistema alimentario.

Hemos dado pasos concretos. A través de esta estrategia, la Comisión Nacional de Riego ha impulsado más de 880 proyectos destinados a mujeres, cooperativas y la Agricultura Familiar Campesina, reconociendo su rol clave en el abastecimiento local. Indap ha promovido prácticas sustentables mediante el Programa Transición a la Agricultura Sostenible (TAS), con cerca de 1.000 agricultores beneficiados a nivel nacional.

El trabajo conjunto del INIA y el Ministerio de Ciencia ha fortalecido la investigación y desarrollo en cultivos más resilientes al cambio climático, como nuevas variedades de arroz, trigo y cereza, un avance crucial frente a la crisis hídrica. La alianza Minagri-BID ha puesto en marcha el Programa Chile Alimenta el Futuro, que contempla la modernización de Indap y del SAG, y una mayor capacidad de gestión ante desastres, con un presupuesto de USD 50 millones. A través de los Microbancos de alimentos de Elige Vivir Sano, se ha mejorado el acceso a alimentos saludables para más de 50.000 personas. Estas son algunas de las más de 80 iniciativas impulsadas por la Estrategia.

Promover el derecho a la alimentación es una tarea permanente que exige avanzar con visión de largo plazo. Requiere decisión política sostenida, articulación entre instituciones y un compromiso activo de todos los sectores. Solo con una acción conjunta podremos construir un sistema alimentario más justo, inclusivo y resiliente.

Desde el Minagri reafirmamos nuestro compromiso con este derecho humano fundamental. Trabajamos por un Chile donde nadie quede atrás, donde se fortalezca el acceso a una alimentación digna, segura y sustentable. El desafío está planteado, y las herramientas están en nuestras manos.