El gran regreso de Nike y por qué no es suficiente

Andrea Garderes

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El domingo 9 de febrero no sólo se vivió la más reciente final del Super Bowl en Estados Unidos, sino que muchos pudieron ver lo que se suele calificar como lo mejor de la publicidad y los anuncios de cada año.

Entre ellos estuvo el regreso de Nike, tras 27 años sin anunciar en el evento, y lo hizo en gloria y majestad, volviendo a sus orígenes con su campaña "So Win", pero con una distinción no menor: en su aviso, la marca no sólo vuelve a centrarse en los atletas como su segmento clave, sino que lo hace en las mujeres, poniendo el foco en los prejuicios y etiquetas que ellas enfrentan en los distintos deportes y disciplinas de alto rendimiento en el mundo.

La voz en off -que no es otra que la de la rapera Doechii-, plantea: "No puedes ser exigente. No puedes ser implacable. No puedes ponerte a ti misma en primer lugar. Así que ponte a ti misma en primer lugar. No puedes ser segura de ti misma. Así que selo".

Del mismo modo, se enumeran todos aquellos atributos y actitudes que una mujer no debiera cumplir, como ser desafiante, dominar, mostrar las emociones, tener ambición, hablar en público, batir récords, divertirse, sobresalir. "You can't win. So win", concluye el spot, en una invitación clara, desafiante e inequívoca a romper con las barreras y los techos impuestos por la sociedad.

¿Por qué se habla del regreso de Nike? ¿Por qué nos remueve tanto esta invitación? Porque por más años que pasen, por más marcas que nos recuerden una y otra vez que lo imposible no existe para las mujeres, los datos nos siguen mostrando, lamentablemente, todo lo contrario.

Según un informe de la ONU, de junio 2023, casi nueve de cada diez personas en el mundo mantienen algún tipo de prejuicio contra las mujeres. El costo de ser una mujer 'exigente' y 'ambiciosa' sigue siendo tremendamente alto en Chile y, seguramente, en la mayor parte de los países de la región. Una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de 2020, reveló que, ante solicitudes de préstamos idénticas, las mujeres en Chile tienen un 18% menos de probabilidades que los hombres de obtener aprobación crediticia. Esto ocurre a pesar de que las mujeres demuestran ser más responsables en el pago de sus créditos. Otra encuesta realizada por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, reveló que cerca del 90% de las mujeres se ha sentido discriminada en el comercio por su género.

La violencia política y el acoso en redes sociales contra mujeres en América Latina, incluyendo Chile, están en aumento. Esta violencia se dirige principalmente a cuestionar las capacidades, apariencia y vida íntima de las mujeres, afectando su participación pública. Las líderes indígenas y afrodescendientes enfrentan una triple vulnerabilidad debido a la xenofobia y el racismo.

Estos datos ponen de manifiesto los desafíos y prejuicios que, aún hoy, enfrentan las mujeres, incluidas aquellas que aspiran a roles de liderazgo o muestran ambición en sus respectivas áreas de desarrollo.

¿Necesitamos más marcas como Nike para seguir luchando contra esta realidad y avanzar hacia la tan anhelada equidad de género, en el deporte y más allá? Sin duda. ¿Es suficiente? Para nada.

Necesitamos muchos más Nike, muchos más avisos de este tipo y, sobre todo, a los distintos actores de la sociedad activamente involucrados en una lucha en la cual los mensajes de ánimo y las invitaciones con buena intención, hace mucho, dejaron de ser suficientes.

Ad portas de un 8 de marzo, la invitación de una marca es sólo un recordatorio, significativo sin duda, pero insuficiente si lo que queremos es hacernos cargo realmente de las brechas de género y los distintos tipos de violencia y discriminación hacia la mujer.