Charlie Kirk, como predicador urbano evangélico, más que dejar en ridículo el fanatismo de los universitarios estadounidenses no era amenaza en sí mismo. Pero ¿qué había detrás? Un evangélico cazado con una católica que constituía una hermosa familia. Aquello tampoco sería una amenaza en sí mismo, porque debería haber muchos matrimonios interreligiosos. Pero ¿qué apareció?
La amenaza surgió cuando Charlie Kirk, quien predicaba públicamente valores cristianos, demostró una conciencia reflexiva crítica en dos puntos fundamentales: en primer lugar denuncia el peligro del sionismo, criticando el actuar del Estado de Israel respecto de la población palestina; y segundo, siendo protestante, reconoce y proclama a la Virgen María como el modelo a seguir por el pueblo estadounidense. Ese discurso, para un país dominado históricamente por elites protestantes es inaceptable sobre todo en un contexto donde las conversiones al catolicismo se han incrementado significativamente. Por lo tanto, la pregunta es por "quién pagó la bala" para un tiro limpio y preciso.
Estados Unidos experimenta una guerra civil híbrida, donde los poderes controlados por las elites liberal-globalistas ejecutan una guerra cognitiva, transmitiendo operaciones de influencia sobre la opinión pública, propagando la idea de que hablar de Dios, de la vida, de la familia, de la nación es un discurso de odio. Por lo tanto, el proclamar la verdad te hace merecedor de ser eliminado y así se explica como gente, jóvenes universitarios algunos de ellos, justifican el asesinato de Kirk. Como dice San Antonio de Padua la verdad engendra odio, porque a las fuerzas del mal no le gusta la verdad. Pero esto fue más allá, la crítica al sionismo de un evangélico, potencial católico, con un liderazgo creciente desde los republicanos empezó a ser visto como una seria amenaza para el estado profundo.
El asesinato de Charlie Kirk, activista evangélico en probable conversión al catolicismo, responde a la misma lógica que acabó con el presidente Kennedy, su hermano, Martin Luther King y otros más. La lógica del liberal-globalismo, cuyos actores eliminan a aquellos que son percibidos y registrados como amenaza efectiva o potencial.
La pretensión de dominación global por parte de la alta burguesía capitalista es eliminar a la persona, reemplazándola por el género, eliminar la familia reemplazándola por relaciones líquidas, eliminar la nación por territorios fragmentados. En Chile conocemos bien este discurso del mal, un discurso que no escatima medios para implementar el individualismo salvaje.
En consecuencia, haciendo una escatología de la política actual, nos encontramos con que a través de la guerra cognitiva se eliminará y perseguirá a todos los que proclamen la verdad, porque la verdad es odiada por las fuerzas del mal, las elites liberal-globalistas.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado