Fundaciones y la apuesta por una mayor conexión con la vida de los chilenos

Andrea Garderes

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Se acerca el fin del año y con él una serie de eventos del calendario que como chilenos ya estamos más que habituados a vivir. Entre ellos, la campaña anual de la Teletón, la cual por décadas se ha consolidado no sólo como un símbolo de unidad y solidaridad para el país, sino también como una marca capaz de sobrellevar la crisis de confianza de nuestra sociedad. La Teletón sigue convocándonos a todos a participar y aportar, ya sea como ciudadanos o como colaboradores.

Sin embargo, y a pesar de que según datos de nuestro estudio ICreo Opinión Pública 2024, las fundaciones sin fines de lucro e instituciones de voluntariado son la categoría más confiable de Chile, con una nota 5,2; vale la pena profundizar en los desafíos de estas marcas en un contexto social de mayor exigencia y demanda hacia las organizaciones de todo tipo.

Un primer elemento a destacar es que la marca que lidera esta categoría, lejos del espacio de las instituciones sin fines de lucro tradicionales y de aporte más bien social, no es otra que Bomberos, alcanzando una nota 6,3 en 2024. Una marca que no sólo alcanza la mejor posición del ranking en 2024 sino también en los 10 años de medición de nuestra plataforma de confianza.

No son las marcas asociadas a grandes causas sociales las que logran este lugar ni empujan el desempeño total de la categoría, sino una institución que históricamente ha sido orgullo de los chilenos por su vocación y entrega. Lo anterior nos lleva a un gran desafío: Más allá de Bomberos, las demás instituciones medidas (Teletón, Coaniquem, Hogar de Cristo, Techo y otras) tienen todavía muchísimo que avanzar en la construcción de confianza en la opinión pública, con sólo 2 de ellas sobre el promedio de 5,2 y con niveles de conocimiento y familiaridad muy por debajo del esperable dada su trayectoria.

A pocos meses de una nueva Teletón, y más allá de ser la categoría más confiable en Chile, estas instituciones deben ser marcas con las que las personas puedan conectar y relacionarse de forma más cotidiana, y no una vez al año, de forma puntual. Si bien nadie duda de lo esencial de estas marcas, su relevancia en la vida de las personas no supera el 11% en el ICreo 2024, dejando en evidencia el desafío de abrir sus puertas y estar presentes en la vida de los chilenos día a día.

Es hora de mostrar todo lo que hacen y de hacer parte a los chilenos de una forma más estable y proactiva, no sólo con una donación específica en un evento anual.

Hacer esto no sólo resultará en una mejora del conocimiento y por ende de la confianza de estas marcas, impulsando así su potencial para llevar a cabo su propósito. También y sobre todo, contribuirá a la capacidad de que, como país, estemos más conectados con esas marcas que nos nutren de empatía y aporte social, esos que como tantas veces decimos, le hacen tan bien a Chile.