Ingeniería para Chile, una historia lejos de terminar
El libro "Ingeniería para Chile: Historia de la Escuela de Ingeniería UC", publicado por Ediciones UC, va más allá de ser un simple registro cronológico de eventos y logros. Es una invitación a explorar los momentos más significativos de una institución que ha sido clave en el desarrollo del país. A través de anécdotas, testimonios y reflexiones, el texto captura el esfuerzo de generaciones que han contribuido a construir lo que hoy es la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica (UC), un referente de excelencia, compromiso y responsabilidad social.
La historia de Ingeniería UC se remonta a 1888, cuando se funda la universidad, que marcaría el inicio del Curso Preparatorio de Matemáticas, génesis de la futura Escuela de Ingeniería. Con un programa de cuatro años de estudios centrado en formar ingenieros civiles dedicados a la infraestructura, se introdujo la enseñanza de la hidráulica, enriquecida con cátedras, publicaciones y descubrimientos.
Desde 1905, el curso de Subingenieros, inspirado en la Escuela de Trabajos Públicos de París, comenzó a funcionar dentro de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas como una alternativa al curso de Ingeniería Civil. Desde su fundación en 1892, la Escuela de Ingeniería UC se propuso una misión que trascendía la formación profesional: formar ciudadanos comprometidos con el desarrollo de Chile, capaces de responder a los desafíos que la sociedad les planteaba.
Una figura fundamental en esta transformación fue Raúl Devés, quien soñó con una escuela moderna, capaz de formar a los mejores ingenieros e ingenieras del mundo. Su visión se materializó en un campus universitario, símbolo del programa de renovación académica. Así, se creó el departamento de Humanidades, que, aunque tuvo una vida breve, respondió a la inquietud de formar profesionales integrales.
La historia de Ingeniería UC está marcada por episodios que han permitido consolidarla no solo como un espacio de formación, sino también de investigación e innovación. En un contexto donde la acción ejecutiva de los ingenieros era crucial para la reconstrucción económica del país, surgió la necesidad de modificar los planes de estudio en las escuelas de ingeniería. Esta disciplina había comenzado a reconocerse como un pilar fundamental en el desarrollo nacional.
El éxito del Dictuc es un ejemplo claro del impacto que la Escuela de Ingeniería ha tenido en la economía nacional, ofreciendo soluciones concretas a problemas reales y necesidades del país. Chile demandaba ingenieros capacitados para enfrentar los desafíos que su historia le imponía, y la escuela asumió este compromiso, reflejando su conexión con las necesidades del país.
Con el cambio de siglo, Ingeniería dio un salto cualitativo, orientándose hacia una excelencia que no solo contemplara la formación técnica, sino también un compromiso con la sociedad. Sus programas de talentos y de mujeres son iniciativas que han promovido la inclusión y creación de comunidad entre las estudiantes y académicas.
Un aspecto clave en esta nueva etapa ha sido el fortalecimiento de la interdisciplina, un desafío que implicaba trascender la lógica disciplinar arraigada en la universidad. Desde entonces, la escuela ha sido un motor de innovación y emprendimiento, trabajando en estrecha colaboración con las necesidades de la sociedad.
A lo largo de su historia, Ingeniería UC ha mantenido un fuerte compromiso con la sociedad, reflejado en los trabajos de titulación que abordan las preocupaciones más urgentes del país. La adaptación a un mundo cada vez más globalizado y tecnológico ha permitido a la Escuela no solo generar proyectos que impacten, sino también escuchar atentamente las necesidades del entorno.
El libro "Ingeniería para Chile" no es solo un homenaje a los hitos que han marcado la historia de la escuela, sino una celebración de las personas que, con su esfuerzo, han hecho posible esa historia. Cada anécdota, cada proyecto que se relata en sus páginas, es un testimonio del compromiso colectivo que ha definido a la escuela a lo largo de más de 130 años.
La Escuela de Ingeniería UC, con su legado de excelencia, sigue siendo un motor clave para el progreso de Chile, recordándonos que su historia está lejos de terminar. Con cada generación de ingenieros y de ingenieras que se forma, se reitera el compromiso de construir un país más justo, próspero y sostenible.
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