Serena mente: una primicia literaria

¿Qué más agradable que tejer relatos que rememoren tiempos pasados, hilvanándolos con el presente? Y mejor aún, leerlos y entrar en una conversación y complicidad con la autora sobre ese contexto, que en más de alguna oportunidad nos parece reconocible.

Catalina Larraguibel en su libro "Serena mente", que se venderá en librerías desde enero, habla de sus recuerdos, pero también del presente, con su "Diario de Pandemia", segunda parte de la obra.

En el prólogo, Juan Antonio Muñoz destaca "Una carrera inútil", una de las historias más conmovedoras de Catalina y señala: "Hay quienes se alarman porque creen que no se puede de verdad disociar las ideas de nostalgia de los recuerdos tristes. ¿Y qué importa si eso es así? Esos recuerdos suelen sugerir, dulcificados o no, y transformarse en una fuente de reflexión, de expiación y en un espacio irreal, para transformar lo vivido. Cuando lo real ya no es lo que era, la nostalgia asume su pleno significado y se convierte en pivote esencial de la existencia".

La autora desde niña ha leído mucho y sus influencias literarias son diversas. Su trabajo como periodista le enseñó a editar, a trabajar cada línea con rigurosidad. Para su escritura literaria -confiesa en exclusiva para Cooperativa- ha sido fundamental la poeta y narradora chilena Teresa Calderón: "Me ha enseñado todo lo que sé, diferenciando la escritura periodística de la narrativa".

De larga trayectoria, la autora se caracteriza por mezclar ficción y realidad. Ha realizado varias publicaciones, muchas de las cuales han sido premiadas en Chile y Argentina.

Como infidencia se puede contar que cuando el editor Marcelo Novoa le escribió en julio pasado diciéndole que era hora de publicar su libro, después del shock inicial estuvo sin descanso revisando minuciosamente todo el material que ha escrito, editándolo y decidiendo el orden en que lo publicaría.

En cuanto a la metodología para escribir "Serena mente", fue un proceso de seleccionar, editar y ordenar muchas historias que tenía desde hace ya varios años.

Destacan en este motivador libro las historias del Molle, ese pueblo mágico del Valle del Elqui; los recuerdos de sus padres, los relatos "La niña y el volantín", "Y allí quedaron mis recuerdos", "Superando la pena", "Una carrera inútil", "Flores que ríen" y un texto que no hay que perderse, que es sobre su vida como periodista, "La rubia de Kennedy".

La segunda parte está dedicada a la pandemia, un capítulo donde es imposible no reconocerse y más de algún suspiro saca. La autora señala a Cooperativa que "a mí el coronavirus me ha afectado mucho y seguimos con la incertidumbre, sin darnos abrazos, viendo al otro como enemigo, viviendo una realidad muy diferente a la que teníamos hace dos años".

Antes de terminar, quiero citar una frase que me identifica. En su relato "Flores que ríen", Catalina dice: "Quién no sonríe con un concierto de Mozart o se siente grandioso al escuchar una obra de Wagner. Tal como les ocurre a mis mascotas, que disfrutan las sinfonías o las óperas que yo escucho, se relajan y duermen a mi lado mientras escribo".

Desde enero, en las principales librerías "Serena mente" de Catalina del Rosario Larraguibel Lazo, editorial Puerto de Escape.

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