Llegó a Santiago en medio de una gran polémica por su mensaje discriminador en contra de las minorías LGBTI. Su nombre no dice relación con la libertad. Se trata de una acción intolerante que llama a la exclusión y que coincide nada menos que con el aniversario de la Ley Antidiscriminación, la que claramente es insuficiente para frenar este tipo de actos.
La Ley Antidiscriminación fue sujeta a diversas modificaciones durante su tramitación, lo que terminó alterando su objetivo principal pues no permite establecer responsabilidades y considera sólo penas de multa para hechos que incitan al odio.
Se suma otro hecho conocido a través de los medios : el m.a.n.s. - movimiento de acción nacional -socialista Chile ha distribuido en las calles un afiche que hace un llamado al odio, “no más inmigrantes indeseables”, hecho que ha quedado sin sanción pese a que la vocera de “Acción Migrante” propuso invocar la Ley Antidiscriminación sin resultado (hasta ahora). El blog del mentado movimiento presenta contenido extremadamente racista y discriminatorio, que incluso niega el Holocausto, algo que en otros países sería penado por ley.
Ambas situaciones nos recuerdan lamentables hechos del pasado, como la discriminación a los judíos en la Alemania Nazi, que se inició con las Leyes de Nüremberg, que les negó la ciudadanía y los privó de derechos elementales. Los judíos fueron obligados a identificarse con una Estrella de David amarilla para hacer que la exclusión fuera efectiva.
El “Bus de la Libertad” discrimina a las minorías sexuales y M.A.N.S a los inmigrantes. Lamentablemente ambos han tenido espacio en nuestra sociedad. Se hace imprescindible avanzar hacia una nueva y mejorada legislación.
Desde 2010 se discute en el Congreso el Proyecto que tipifica el delito de incitación al odio racial y religioso, que vendría a subsanar las carencias de la Ley Antidiscriminación, pues considera pena de presidio a “publicaciones o transmisiones destinadas a promover odio u hostilidad respecto de personas o colectividades en razón de su raza, sexo, religión o nacionalidad ”.
Esta legislación es un paso adelante para limitar cualquier hecho que atente contra los derechos de las minorías y que se condiga con los tratados internacionales que ha suscrito Chile, que lo obligan a establecer medidas tendientes a garantizar el reconocimiento y el respeto de la dignidad humana y los derechos de la no discriminación.
El “Bus de la Libertad”, también llamado el “Bus del Odio” llega a Chile y nos impone el desafío de garantizar que en nuestro país no haya espacio para la intolerancia. Las niñas tienen vulva y los niños pene, pero sobre todo los niños tienen corazón.
¡Los niños no pueden ser sujetos de discriminación! Tampoco las minorías. No podemos permitir que prejuicios que afectaron a la humanidad en el pasado se impongan y nos lleven a pensar que las minorías pueden ser discriminadas sin ninguna sanción.
No podemos aceptarlo, pues ello podría desembocar en hechos que terminaron en segregación, ataques violentos y el asesinato de homosexuales, discapacitados, judíos y otras minorías .
Todo lo anterior nos motiva a hacer un llamado en el aniversario de la Ley Antidiscriminación. Pedimos a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet que envíe al Congreso el Proyecto que tipifica el delito de incitación al odio racial y religioso antes de que finalice el periodo legislativo para evitar nuevos buses de discriminación.
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