Con el tiempo se ha asimilado el concepto feminismo con movimientos de mujeres. Desde la lucha de mujeres católicas por el derecho a la crianza de los niños a la incipiente demanda por el derecho al trabajo, lo que llevó a la creación de los “Kindergarten”, pasamos a las corrientes más ideologizadas que expanden la lucha de clases a la lucha de la “llamada ideología de género”.
No obstante, aquello, el feminismo es tan diverso como lo es la cantidad de mujeres en el mundo y los movimientos que algunas de ellas han liderado. Aquí cabe destacar la gran lucha de muchas mujeres que en la época moderna han dedicado sus vidas por la dignidad de la mujer.
Una de ellas es Meena Keshwar Kamal, activista afgana que, en 1977, fundó Rawa, la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (Jamiat-e-Inqalabi Zanan-e Afganistán), con el objetivo de dar voz a las mujeres afganas.
RAWA luchó contra el fundamentalismo desde 1977. Meena, a su vez, trabajó en Pakistán, donde estableció escuelas para niños refugiados, un hospital dedicado a los soldados afganos y centros de artesanía para mujeres refugiadas en Paquistán para ayudar económicamente a las mujeres afganas.
Finalmente, en 1981, Meena inició una revista feminista bilingüe inglés-afgano “Payam-e-Zan”, un medio para exponer los problemas sociales de la sociedad afgana. El 4 de febrero de 1987, Meena fue asesinada en su casa con otros dos familiares. Uno de sus famosos poemas, “Nunca volveré”, evoca su libertad y su dedicación a las causas sociales y feministas.
Soy la mujer que ha despertado
He surgido y me he convertido en tempestad a través de las cenizas de mis hijos
He surgido de los arroyos de sangre de mi hermano
La ira de mi nación me fortalece
Mis aldeas arruinadas y quemadas me cargan de odio contra el enemigo
Ay compatriota, ya no me veas como débil e incapaz,
Mi voz se ha mezclado con miles de mujeres que han despertado
Aprieto mis puños junto con miles de compatriotas
Para acabar con el sufrimiento y las cadenas de la esclavitud
Soy la mujer que ha despertado,
Encontré mi camino y nunca volveré.
Del poema “Nunca volveré” de Meena Keshwar Kamal emana el despertar hacia la lucha a raíz del sufrimiento que hace posible las comunidades de mujeres por la libertad. Esto nos enseña que el sufrimiento real, la pérdida de los hijos, la familia y la muerte cotidiana hace surgir de las cenizas mujeres luchadoras que se unen a su comunidad para encontrar caminos de libertad, respeto y dignidad, representado todo aquello en la convivencia sincera entre las personas.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado