"La esperanza no es optimismo. No es el convencimiento de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, al margen de cómo salga luego". Esta frase de Byung-Chul Han, de su libro "El espíritu de la esperanza", resuena profundamente y con más fuerza en medio de un entorno nacional e internacional que no da tregua: conflicto en Medio Oriente y en Ucrania, los movimientos en Estados Unidos y su impacto en el orden mundial; ruido en Chile con nuestro propio año eleccionario, sumado al contexto social y económico desafiante, todo lo cual se acompaña y se termina tiñendo de un creciente pesimismo.
Un reciente estudio de Ipsos indica que el 71% de los chilenos cree que el país va por mal camino, mientras crecen los temores sobre desempleo, delincuencia y corrupción. Un cuarto del total considera que su nivel de vida disminuirá, un aumento frente a cifras de hace seis meses.
¿Cómo enfrentamos y nos hacemos cargo de esta situación? Obviamente, no basta con palabras y campañas del tipo "Piensa Positivo" de hace más de 20 años. Más bien, lo que realmente hace falta es acción, implementación, menos decir y más hacer. Más espacios y puntos de encuentro y puentes que nos ayuden a volver a conectarnos. Y aunque nadie debiera quedar eximido de responsabilidad, mi llamado concreto y profundo, en este momento, es a las empresas y quienes las lideramos.
Como actores sociales, las empresas y marcas tienen el espacio no para romantizar la vida desde la ingenuidad, sino para posicionarse como facilitadores, como apoyos y fuentes de empoderamiento desde la convicción de que se puede avanzar hacia un mañana mejor.
Las marcas pueden y deben ser espacios de encuentro, donde las personas se vean reflejadas en valores compartidos y aspiraciones comunes. Hace unos días, como Almabrands, fuimos partícipes del lanzamiento de la Memoria Integrada del Metro de Santiago, empresa que este 2025 cumple 50 años. Una instancia significativa donde se evidenció con fuerza cómo una institución pública puede convertirse en referente en dos temas clave para el desarrollo del país: la confianza y el propósito.
Metro ha sido más que un medio de transporte en su historia en el país: ha sido un espacio que acoge a miles de personas con sus propios relatos, trayectorias y sensibilidades. Y en esa diversidad, ha sabido generar sentido de pertenencia y respeto. El gran desafío ahora es sostener y cuidar esa confianza, lo que implica no perder nunca el vínculo humano, la vocación de servicio y la conexión con el entorno.
En tiempos donde la fragmentación social crece, y la desconfianza parece instalarse como un hábito, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras geográficas, necesitamos marcas que -sin negar lo complejo y agobiante del mundo que estamos viviendo- sean capaces de cumplir el rol social y cultural al que están llamadas. Este liderazgo no implica abandonar la búsqueda de resultados ni la eficiencia, ahí también reside su desafío y responsabilidad. Significa ampliarlas: incluir en su definición de éxito el impacto positivo en las personas, en las comunidades, en el medioambiente, sobre todo cuando el pesimismo apremia.
Necesitamos marcas que abracen causas significativas, que se involucren con problemas reales y que actúen como catalizadoras del cambio. Marcas que comuniquen con autenticidad, que escuchen, que inspiren. Que abran conversaciones, en vez de evitarlas. Que tiendan puentes, en vez de levantar muros.
En definitiva, se trata de asumir el rol que el momento histórico demanda: ser un actor activo y relevante en la creencia de que un mundo mejor es posible y que estamos moviéndonos hacia él. Porque cuando una empresa lidera con propósito, humanidad y coraje, no solo construye valor para su negocio, sino que también le da sentido al camino colectivo que como sociedad estamos llamados a recorrer. Mi esperanza se funda en esto. Es mi certeza de que esto tiene sentido, "al margen de cómo salga luego", como dijo Byung-Chul Han.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado