La sostenibilidad pasó de un "buen tener" a un "deber tener" para asegurar la relevancia y resiliencia de una marca

El mes de enero, para el mundo empresarial, es el momento ideal para preguntarse: ¿Cómo podemos comenzar este 2024 siendo más sostenibles y por qué es crucial hacerlo?

La sostenibilidad se ha convertido en una necesidad imperante, no solo por la urgencia ambiental, sino también por la creciente demanda de los consumidores y stakeholders por prácticas empresariales responsables. En este contexto, la sostenibilidad se transforma de un "buen tener" a un "deber tener" para asegurar la relevancia y la resiliencia de la marca en un mercado cada vez más consciente y exigente.

Para ello, debemos profundizar en los pilares de la sostenibilidad empresarial, que son:

  1. Eco-eficiencia: Más que solo reciclar o reducir desechos, la eco-eficiencia busca la optimización integral de recursos. Esto incluye desde el uso de energías renovables hasta la adopción de procesos de producción circular, donde cada elemento se reutiliza o recicla, minimizando así el impacto ambiental.

  2. Ser coherente con el propósito: Va más allá de la filantropía. Se trata de integrar prácticas éticas en todas las operaciones de la empresa, lo que incluye garantizar condiciones laborales justas, involucrarse en la comunidad y fomentar un impacto positivo en la sociedad.

  3. Innovación sostenible: No se trata solo de crear productos "verdes", sino de repensar modelos de negocio, cadenas de suministro y estrategias de marketing bajo el prisma de la sostenibilidad. Esto implica colaboración con stakeholders, inversión en investigación y desarrollo, y un enfoque en soluciones a largo plazo que equilibren las necesidades económicas, sociales y ambientales.

Frente a esto, quiero entregar algunas ideas para empezar 2024:

  1. Auditoría de Sostenibilidad en relación al propósito: Realizar un diagnóstico profundo que no solo identifique oportunidades de mejora, sino que también reconozca las buenas prácticas ya existentes. Esta auditoría debe ser holística, considerando impactos ambientales, sociales, de gobernanza y como se trabajan en línea con el propósito.

  2. Cultura corporativa: La sostenibilidad debe ser parte de la cultura de la empresa. Esto incluye capacitaciones, incentivos y una comunicación interna que refuerce la importancia y los beneficios de prácticas sostenibles.

  3. Comunicación efectiva: La transparencia es clave. Comunicar no solo los logros, sino también los desafíos y planes futuros en sostenibilidad, crea una narrativa auténtica que fortalece la confianza de los consumidores y otros stakeholders.

Una estrategia de sostenibilidad sólida y bien comunicada, desplegarse de forma coherente, puede ser un diferenciador clave en el mercado. Esto no solo mejora la percepción de la marca, sino que también impulsa la innovación y abre nuevas oportunidades de mercado. Además, fortalece la lealtad de los clientes y mejora las relaciones con los stakeholders.

En definitiva, empezar el año con un enfoque en la sostenibilidad es una decisión estratégica que beneficia no solo al medio ambiente y la sociedad, sino también al crecimiento y la reputación de la empresa. En un mundo donde los consumidores y los mercados son cada vez más conscientes de su impacto, ser sostenible es ser visionario. Ser sostenible no es un nice to hace...es un must have que debe notarse. ¿Qué estás esperando?

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