En varios medios de comunicación y redes sociales se han realizado análisis sobre el porcentaje de becas que el Estado ha otorgado en el último año. Un paso más allá fue la publicación que hizo The Clinic, realizando un comparativo entre las personas becadas para doctorado en el extranjero en el marco del programa Becas Chile, considerando los concursos 2018 y 2024.
Los resultados evidencian una marcada disminución tanto en el presupuesto asignado como en la cantidad de seleccionados por área temática y carrera. Por ejemplo, en el caso de áreas como Comunicaciones y Química, que en 2018 contaban con tasas de selección del 40% a 60%, ya no registran beneficiarios en 2024.
La tendencia decreciente no se limita al número de seleccionados, sino también al presupuesto destinado al programa. Así, la asignación presupuestaria ha experimentado una reducción significativa. En 2018, el presupuesto total ascendía a $52.686 millones de pesos, mientras que en 2024 se redujo a $25.252 millones, lo que representa una disminución de más de $27 mil millones en comparación con 2018 y de aproximadamente $6 mil millones respecto a 2023.
Estas cifras son preocupantes, pero además dan la posibilidad de debatir ciertos tópicos que desde hace varios años dan vueltas: ¿Cuáles son los criterios -más allá de la billetera fiscal- para la asignación o no de recursos para promover capital humano avanzado en nuestro país? ¿Cuáles son las condiciones que se dan para que aquellos/as investigadores/as vuelvan al país a retribuir la formación recibida? ¿Qué se exige a las y los becarios para que efectivamente retribuyan el beneficio otorgado? ¿Por qué hay áreas de conocimiento que derechamente se han visto invisibilizadas y sumamente afectadas en la entrega de becas en los últimos procesos?
En un país que se dice busca la innovación, la promoción de la ciencia y la investigación, y que además ha instalado poco a poco una cultura de acreditación de instituciones de educación superior, la cual por cierto pone énfasis en la calidad de los cuerpos docentes e investigativos de las instituciones ¿por qué disminuye su inversión en capital humano avanzado, ¿qué medidas están en la agenda de un gobierno progresista y que prometió avanzar en estos asuntos?
Estos datos reflejan un retroceso en la inversión y el apoyo a la formación de capital humano avanzado en el extranjero, lo que podría tener implicancias significativas no solo en términos de investigación, innovación y ciencia, sino que también en el desarrollo académico y profesional de las próximas generaciones del país.
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