Recientemente nos enteramos que a quien la prensa llamó el “Rey del Portonazo” fue finalmente detenido. Un joven de sólo 21 años, que ya contaba con un nutrido prontuario de 44 arrestos anteriores, está a la espera de la sentencia que puede ser de 40 años de pena efectiva, es decir sin beneficios.
Según cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito del ministerio del Interior en el 12% de los 180.567 delitos de mayor connotación social realizados entre enero 2017 y marzo 2018 estaba involucrado un menor de edad.
La respuesta fácil a este problema es disminuir la edad penal, pero en 2007 ya se intentó bajando la edad de responsabilidad penal de los 16 a los 14 años. El problema no sólo no se solucionó, sino que aunque las cifras globales de participación juvenil en ilícitos disminuye, parecen agravarse las trayectorias y aumentar la reincidencia.
El tema es complejo y uno de los factores más relevantes para la detención de la conducta criminal en este grupo no son el tipo de condenas, sino contar con una familia con el desarrollo habilidades parentales suficientes para el fortalecimiento de capacidades prosociales.
Existe contundente evidencia internacional que dice que mientras los niños, niñas y adolescentes más tempranamente entran en contacto con el sistema judicial, perpetúan o agravan sus trayectorias delictuales.
Un estudio desarrollado por la Universidad de Edimburgo en Escocia, que desde 1998 sigue la trayectoria de 3400 niños, ha podido demostrar cómo este contacto con el sistema judicial temprano termina perpetuando estas trayectorias criminales. Por esto que lejos de promover la judicialización temprana, es la prevención la opción fundamental.
Es necesario implementar programas que fortalezcan los factores protectores para evitar el desarrollo de conductas problemáticas.
En esa línea, la Subsecretaría de Prevención del Delito implementa la terapia Multisistémica. Según los datos del organismo se han logrado disminuir la comisión del delito en un 70%, lo que es un resultado promisorio y que invita al Gobierno a invertir en su escalabilidad.
Invertir tempranamente en el desistimiento delictivo con una oferta especializada en menores, es una prioridad en la agenda larga que queremos construir, donde las intervenciones basadas en evidencia y no el populismo penal sean los que guíen las prácticas de los servicios públicos
Hay que avanzar en temas relacionados a los tratamientos y control de drogas y también en la penalización de jóvenes y adultos que usan niños inimputables para cometer delitos.
Asimismo, la exclusión social y otros factores de riesgo urgen al desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia y que consideren una oferta que aborde diferentes factores relacionados con la delincuencia, porque éste y a largo plazo, es el único camino efectivo para disminuir la delincuencia en nuestro país.
Desde Facebook:
Guía de uso: Este es un espacio de libertad y por ello te pedimos aprovecharlo, para que tu opinión forme parte del debate público que día a día se da en la red. Esperamos que tus comentarios se den en un ánimo de sana convivencia y respeto, y nos reservamos el derecho de eliminar el contenido que consideremos no apropiado