Compromiso asumido, compromiso cumplido: reservas de aguas

Hace casi un año, y en este mismo espacio, señalé que "esperamos concretar la reserva de caudal en los ríos Futaleufú y Puelo", lo cual hoy es una realidad con la publicación del decreto en el Diario Oficial, lo que constituye un hito para la preservación ecosistémica de la Región de Los Lagos. Esto permite asegurar una parte del caudal para conservar los recursos naturales y los servicios que estos cuerpos de agua proveen, permitiendo el desarrollo sustentable de las comunidades que habitan su entorno.

La Dirección General de Aguas del MOP viene trabajando desde abril de 2022 en la implementación de la reforma al Código de Aguas, una modificación que introdujo un paradigma actualizado, con visión de futuro, priorizando el consumo humano, pensando en los ecosistemas y una producción sostenible, además de incorporar el factor cambio climático. Estas reservas son las primeras post reforma al Código de Aguas, en un avance claro por generar desarrollo productivo en base a los servicios que entregan los ecosistemas, permitiendo reconocer que la naturaleza también es fuente de desarrollo para las comunidades.

Una reserva de aguas superficiales significa, en la práctica, dejar pasar cierta cantidad de agua que permita que las comunidades de Futaleufú, Cochamó y Palena, que viven en torno a la agricultura y ganadería familiar, la pesca con mosca, el kayak y el turismo sustentable, puedan asegurar el desarrollo de dichas actividades y, al mismo tiempo, seguir contando con aguas prístinas.

Hay que recordar que la DGA tiene la atribución de cobrar una patente por no uso de las aguas, suma que aumenta con el paso de los años si éstas no son utilizadas. Así, estas reservas fueron posibles por la renuncia de derechos de aprovechamiento de aguas de proyectos que finalmente no se llevaron a cabo. Esas aguas al ser liberadas, regresaron al Estado y pudieron ser redistribuidas por la DGA para fines de preservación ecosistémica. El apoyo y la organización de las comunidades para asegurar el desarrollo económico sostenible en torno a los ríos Futaleufú y Puelo, que estuvieron permanentemente preocupadas y movilizadas por las solicitudes de reserva, es destacable.

Actualmente, está en análisis la reserva para fines de preservación ecosistémica de los ríos Yelcho y Palena, de la Región de Los Lagos; y el río San Pedro, en la Región del Biobío; así como el río Queuco, en la Región de Biobío; y el río Toltén, en la Región de La Araucanía, para fines de consumo humano.

En la línea del reconocimiento que hace la reforma al Código de Aguas al hecho que las aguas cumplen diversas funciones, se creó un nuevo tipo de derecho de aprovechamiento de aguas para fines no extractivos o también llamado in situ. El reglamento que establece los requisitos técnicos y legales para solicitar una concesión de un derecho de este tipo, fue publicado en el Diario Oficial el pasado 3 de julio, dando así certeza y seguridad jurídica al respecto.

La preocupación por las aguas subterráneas también fue foco de la reforma al Código de Aguas, estableciendo que en todos los sectores acuíferos que fuesen declarados como área de restricción o zona de prohibición para el otorgamiento de nuevos derechos de aprovechamiento de aguas, los titulares de derechos en dichas áreas deben organizarse en comunidades de aguas subterráneas para colectivamente controlar las extracciones de aguas y velar así por la sustentabilidad de los acuíferos.

Un avance es la conformación de las primeras tres comunidades de aguas subterráneas en la Región de Coquimbo, lo cual permite avanzar hacia la gestión integrada de recursos hídricos; así como la declaración de áreas de restricción estero El Manzano, río Colorado, río Colorado Alto, río Maipo, río Maipo Alto, río Olivares, río Volcán y río Yeso, en la Región Metropolitana; y el sector hidrogeológico de aprovechamiento común Maullín, en la Región de Los Lagos.

Así, poco a poco, vamos construyendo la seguridad hídrica que se requiere para consumo humano, preservación ecosistémica, desarrollo productivo sostenible y social, y resiliencia frente a los efectos del cambio climático. Junto con la aplicación de las herramientas que tiene la DGA para proteger las aguas, las comunidades pueden incidir gestionando sustentablemente sus acuíferos, participando en las consultas públicas de los Planes Estratégicos de Recursos Hídricos para las cuencas de los ríos Huasco (Atacama) y Maullín (Los Ríos), hasta el 23 de diciembre y 30 de diciembre, respectivamente, en el sitio de la consulta pública.

La construcción de seguridad pública no es privativa del Estado, también requiere la participación de la comunidad, sector privado, organizaciones no gubernamentales, centros de estudios y todos quienes entiendan que, si las fuentes naturales de agua se agotan, pierde la sociedad en su conjunto.

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